La economía española ralentizó ligeramente su crecimiento entre julio y septiembre al avanzar un 0,8%, dos décimas menos que el trimestre anterior, según la estimación que publicó ayer el Banco de España. «La información más reciente acerca de la evolución de la economía apunta a una prolongación de la fase de expansión del producto en el tercer trimestre del año, si bien la tasa de crecimiento intertrimestral podría haber experimentado una cierta contención», asegura la entidad supervisora en su boletín de septiembre.

Este pasado verano el crecimiento de la economía continuó apoyándose en la fortaleza de la demanda interna privada, aunque sus principales componentes, tales como el gasto de los hogares, tuvieron un avance menos intenso que entre abril y junio. El propio Banco de España lo relacionó con la incertidumbre generada ante las próximas elecciones generales.