Por si era suficiente con lo que tenía, la Generalitat tendrá que hacer frente ahora al pago de una nueva sanción de la Comisión Europea, ésta por 6,2 millones de euros, por incumplimientos en la gestión de las ayudas del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) y, en concreto, por programas operativos de frutas y verduras relacionados con la transformación de cítricos y con la apicultura, entre los años 2007 y 2011, coincidiendo con el Gobierno de Francisco Camps. El Ejecutivo comunitario justifica esta sanción, que se suma a la de 19 millones de euros por manipular el déficit, en que los criterios que se establecieron para dar acceso a las ayudas no eran los que marcaban la legislación europea, y tampoco hubo ningún tipo de seguimiento y control.
Bruselas comunicó su decisión al Fondo Español de Garantía Agraria, dependiente del Ministerio de Agricultura, que ha sido quien acaba de dar traslado al Consell. En este sentido, la Comisión Europea habla de «correcciones financieras», y mantiene que esas «debilidades» afectaron a programas operativos de frutas y hortalizas, en particular a los de transformación de cítricos. En este sentido, la UE alerta de que hubo deficiencias en los criterios para admitir a los beneficiarios de las ayudas, y que faltaron controles y seguimiento. El grueso de la multa, 4,7 millones de euros, precisamente es por esa falta de seguimiento de los programas. Además, 5,4 millones de euros se corresponden a las desviaciones detectadas en los años 2007 y 2008.
El Consell ahora podrá presentar alegaciones ante el Fondo Español de Garantía Agraria, que es el organismo que gestiona estas ayudas. No obstante, si la Generalitat abonara ese importe antes de que haya una propuesta firme de resolución, se ahorrará los intereses. De no ser así, y una vez adoptada la decisión por parte del organismo dependiente de Agricultura y notificada al Consejo de Ministros, el Gobierno valenciano dispondrá de dos meses para pagar la sanción y los intereses o, de lo contrario, se le irá descontando la multa de las ayudas que lleguen a la Comunidad Valenciana por la vía de los fondos Feaga o Feader. Sea como sea, el Ejecutivo valenciano aún está estudiando la situación, y valorando si decide presentar alegaciones.
En cualquier caso, el escenario se puede poner más negro todavía, y así lo reconocen tanto desde la Conselleria de Hacienda como desde la de Agricultura. Sin ir más lejos, la responsable autonómica de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, explicó que esta situación que se genera ahora «obedece a una mala dirección y a la falta de personal para realizar las tareas de inspección en las ayudas y subvenciones agrícolas europeas que ha gestionado a la Conselleria, que desde hace tiempo no cuenta con capacidad para poder realizar las inspecciones preceptivas que marca la Comisión Europea». Abre así la puerta a que esto pueda acabar derivando en otros expedientes. «No queremos adelantarnos a nada, pero el problema es lo que nos puede venir, porque no ha habido inspecciones ni controles de las ayudas en agricultura», puntualizó el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Rural. «La Generalitat ha de estar preparada para futuras correcciones», alertó también el conseller de Hacienda, Vicent Soler. Ahora habrá que ver qué pasa, pero de momento el Consell ya acumula sanciones de Bruselas por 25 millones.
