Fundesem Business School reunió el jueves en el Club INFORMACIÓN a empresarios y profesionales de la provincia en la jornada Economía, sociedad y empresas: dónde estamos y hacia dónde vamos, donde participaron cuatro representantes de diferentes áreas de Fundesem para abordaron sin tapujos la situación económica actual, sus claves y su evolución previsible del sector empresarial.

El primero en intervenir fue Juan Antonio Gisbert. Desde su punto de vista económico, y siendo profesor de Fundesem, Gisbert no dudó en abogar por un nuevo modelo de desarrollo que se apoye en la calidad del capital humano, en las nuevas tecnologías y los nuevos modelos que se están poniendo en marcha, para no caer de nuevo en el abismo. «Hay que mejorar la competitividad de España y conseguir un crecimiento social inclusivo y sostenible».

Destacó, además, que se deberían unificar las normativas de las comunidades autónomas, y hacer una reforma fiscal con la que se distribuyan mejor las cargas, se combata el fraude y «se mejore la educación para tener una igualdad de oportunidades real». Por otro lado, hizo hincapié en las diferencias que tienen las pequeñas empresas de las grandes, donde «el papel dinamizador y la competitividad debe verse en ambos sectores españoles».

El papel moral en la economía

La parte más filosófica de la jornada la puso sobre la mesa Higinio Marín, el profesor del área de Responsabilidad de Fundesem, que hizo un breve resumen de la situación de la economía a lo largo de la historia. Destacó que el problema que ha dejado patente la crisis es que para que la «economía funcione, tiene que contar con unos actores que entiendan, reconozcan y demuestren un comportamiento moral» y que al no suceder esto y existir una visible falta de ética en la sociedad se produjo la rotura del sistema.

Además, destacó que «si los agentes no se centraran tanto en el propio beneficio y lucharan más por el común, la economía sería próspera», de igual modo que sus acciones tienen que ser más visibles. Así como no dudó en añadir el motivo por el que la situación económica de España es completamente diferente a la de otros países como Alemania o Inglaterra, ya que en ellos se «trabaja mejor y se cumplen las reglas porque la ética y la moral son imprescindibles en la economía».

Potenciar los recursos humanos

El profesor del área de RRHH de Fundesem, Pablo Calvo, expuso de una forma muy gráfica lo necesario para fortalecer las empresas desde la perspectiva de Recursos Humanos, abogando por modernizarse y adaptarse a los cambios. Si se quiere evitar una próxima crisis hay que ver lo que necesitan las empresas. Apoyándose en la última encuesta de la consultoría Gallup, destacó que el 29% de los trabajadores no se sienten comprometidos con su empresa, y que «ahí está el fallo y lo que hay que cambiar desde ya».

«Hay que centrarse en las personas, en los trabajadores, que son los que verdaderamente consiguen las cosas en las empresas, hay que adaptarse a los cambios para evitar otra crisis», explicó Calvo. Para ello hay que apostar por el liderazgo positivo, hay que conseguir que los trabajadores «amen su trabajo» y para ello hacen falta líderes que inspiren, que generen confianza en su equipo, que impliquen a las personas y que sobre todo «sea capaz de gestionar y liderar en los momentos de cambios».

Conseguir tener «poderazgo»

El vicepresidente económico de Fundesem, Miguel Rosique fue el encargado de cerrar la jornada con una conferencia en la que hizo un análisis de lo que se ha hecho estos últimos años en la gestión empresarial. Los cuatro fallos que se siguen llevando a cabo son «la pérdida de realidad, el abuso del soft management, basarse en creencias y aplicar modelos pasados simplemente porque funcionaron en aquel momento».

Rosique incidió en volver a emplear el liderazgo junto al poder que se tiene al alcance, modelo que el ha bautizado como «poderazgo». En este modelo «se necesitan líderes formados y capacitados, que actúen con firmeza y con valores claros como lealtad, autonomía y humildad», con todo ello, el éxito está de nuevo asegurado y se podrán afrontar nuevos retos sin flaquear.