El Fondo Social de Viviendas ha ampliado en 3.974 el número de pisos a disposición de aquellas personas «especialmente afectadas por la crisis y que no pueden hacer frente al pago de la hipoteca», lo que eleva la cifra total a 9.866 casas, aportadas por 29 entidades financieras. Además, la comisión de seguimiento de este fondo también ha decidido aumentar el número de colectivos que pueden ser beneficiarios de una vivienda, incluyendo a los mayores de 60 años, los matrimonios y parejas de hecho sin hijos y los deudores no hipotecarios.

Según el Ministerio de Economía, las medidas impulsadas por el Gobierno para paliar el problema de los desahucios han beneficiado hasta la fecha a unas 45.000 familias, aunque fuentes del sector financiero aseguran que hasta junio el Fondo Social de Viviendas había adjudicado algo más de 4.000 pisos.

Esta iniciativa se puso en marcha en enero de 2013 con 5.892 viviendas aportadas por los bancos para dar asistencia a las familias más vulnerables mediante alquileres reducidos (entre 150 y 400 euros al mes, con un límite máximo del 30% de los ingresos de la unidad familiar).El Fondo expiraba a los dos años de su constitución, que se hubieran cumplido, el pasado 17 de enero, pero el Gobierno decidió prorrogarlo dos años más, por lo que estará activo hasta enero de 2017.

Se constituyó por acuerdo entre los ministerios de Economía, Sanidad y Fomento, las principales entidades de crédito y sus asociaciones, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la Plataforma del Tercer Sector. Se pueden acoger al fondo aquellas personas que hayan perdido su vivienda habitual después del 1 de enero de 2008 por impago de un préstamo hipotecario, incluyendo aquellas que todavía no hayan sido desalojadas o las que hayan acordado la dación en pago. Por su parte, los bancos sostienen que, además de aportar estas viviendas, también han renegociado las condiciones de más de 500.000 hipotecas.