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Alicante, Elche y la Diputación cierran filas en la defensa de IFA frente a la Generalitat

Los dos ayuntamientos y la institución provincial defienden la viabilidad de la entidad ferial e instan al Consell a buscar una solución que garantice su continuidad

Alicante, Elche y la Diputación cierran filas en la defensa de IFA frente a la Generalitat

La Institución Ferial Alicantina (IFA) no sólo es un proyecto estratégico y de vital importancia para esta provincia, sino que, además, es viable y, por tanto, no se le puede dejar caer. Por eso, el Consell, que es quien tiene la última palabra, no puede más que sentarse y hablar con los agentes sociales y económicos alicantinos, y consensuar una salida que garantice la continuidad. Eso es lo vinieron a defender ayer, de una forma u de otra, tanto los ayuntamientos de Alicante y de Elche como la propia Diputación. Cerraban así filas con IFA, como ya lo había hecho el día anterior el secretario provincial del PSOE, David Cerdán, quien poco menos que abría una batalla contra su Ejecutivo. Otra cosa es por dónde puede pasar esa solución. Ahí nadie quiso entrar. Solución que, por otra parte, para la cúpula de la institución ferial, como ya defendieron con el anterior Gobierno de Fabra, y defienden ahora ante el de Puig y Oltra, pasa por una refinanciación de la deuda, cifrada en unos 70 millones. La solución, para la dirección del recinto, pasa por ahí, y por la ampliación del crédito en unos 5 millones más, con el fin de poder acabar las obras de ampliación, ejecutadas al 85% y paralizadas desde hace tres años por falta de liquidez, y para inscribir también el proyecto de reparcelación y, de este modo, empezar a sacar rentabilidad a los activos.

El alcalde de Elche, el socialista Carlos González, fue uno de los más reivindicativos a la hora de mostrar su posición, aunque desde su tono claramente conciliador. «IFA es una infraestructura necesaria para las empresas de los distintos sectores económicos de la provincia y, bien gestionada, será un activo para nuestras empresas», sentenció. El regidor ilicitano, evidentemente, mostró su total confianza en el nuevo Consell y, especialmente, en su presidente, Ximo Puig, de quien incidió en que «conoce bien la realidad socioeconómica de la provincia, y sabrá entender que hay que tomar medidas para que no se cometan los errores del pasado y garantizar su viabilidad futura». Eso no fue óbice para que instara al Gobierno valenciano a trabajar con los agentes económicos y sociales y con la dirección de IFA para garantizar un proyecto que, en su opinión, debe ser viable y rentable. Ahora bien, y, por lo que pueda pasar, Carlos González ya ha empezado a mover ficha, de manera que el primer paso será pedir una reunión con carácter inminente con el conseller de Economía de Compromís, Rafa Climent, que es quien ostenta la presidencia del comité de dirección de IFA, para conocer de primera mano el grado de implicación de este departamento y demandar una solución viable a la crisis de la entidad.

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, también lanzó un capote a IFA, en su caso, además, con la particularidad de que, si bien las relaciones con su secretario provincial, David Cerdán, no son de lo más fluidas, peor es la relación con Puig. Eso explica que no tuviera guiños de ningún tipo. Sea como sea, lo que vino a reivindicar es que se busque la mejor opción para la viabilidad de una institución que, como destacó, «es positiva para la ciudad de Alicante, porque supone ocupación hotelera». No se quedó ahí, y, además de hacer pública su intención de hablar con la Generalitat para conocer la realidad de primera mano, dejó claro que «se deberán pedir responsabilidades a quien llevó a la institución a esta situación», según dijo de forma literal. No aclaró a quién se deben pedir esas responsabilidades, si a los gestores políticos, a la dirección de IFA, o a ambos.

En cualquier caso, como era de esperar, el más beligerante fue el presidente de la Diputación, el popular César Sánchez, quien no dejó escapar la oportunidad y aprovechó la coyuntura para cargar las tintas contra el Ejecutivo autonómico. «Este Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra está olvidando claramente la defensa de los intereses de los alicantinos. No nos defienden con el tema del agua, no apoyan la propuesta de la creación de una zona franca en Alicante y ahora dejan en el aire el futuro de IFA», subrayó. Por ello, y, tras resaltar que IFA es clave en el desarrollo de la provincia, instó a Puig y a sus socios parlamentarios -Compromís y Podemos- a que den garantías de continuidad a la entidad. Por ahora, no dejó entrever medidas concretas. Sólo apuntó que apretarán las tuercas al Gobierno de izquierdas a través de los representantes del PP en instituciones como las Cortes o la Diputación. Ahora sólo falta ver si unos y otros tienen respuesta, o, como ya pasó en la anterior legislatura, se tiran balones fuera.

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