La crisis no ha afectado a todos por igual. Mientras muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus casas al no poder pagar la hipoteca o han tenido que recurrir a la pensión del abuelo para llegar a fin de mes, otros han logrado sacar provecho de la situación y se han enriquecido a pesar de la recesión económica general. Así lo reflejan los últimos datos facilitados por la Agencia Tributaria sobre el Impuesto de Patrimonio, que señalan que en 2013 el número de contribuyentes de la Comunidad Valenciana obligados a satisfacer este tributo -que sólo pagan los más adinerados- aumentó en 338 personas.
Este incremento eleva la cifra de ricos «oficiales» de la autonomía hasta los 18.714, lo que sitúa a la Comunidad como la segunda región española con más contribuyentes de alto nivel, desplazando a Andalucía que, hasta ahora, ocupaba esta posición. Por delante sólo queda Cataluña, eso sí, a mucha distancia ya que en la comunidad vecina residen hasta 69.036 personas con un patrimonio neto (el valor de sus posesiones menos el importe de sus deudas) de al menos 700.000 euros o con bienes que superan los dos millones de euros, los dos requisitos que marca la ley para estar obligado a sufragar este impuesto.
Por detrás, se sitúan Madrid, con 16.153 ricos; Castilla y León, con 7.475; Galicia, con 7.459; o Baleares, con 6.895. En en lado opuesto, Extremadura es la región con menos ciudadanos pudientes, con sólo 992 (ver gráfico adjunto).
Claro que la clasificación varía bastante si lo que se compara es el patrimonio medio de cada uno de estos contribuyentes. En este caso es la capital del Estado la que parece atraer a los ciudadanos con mayores fortunas, ya que el patrimonio medio de cada uno de los declarantes por este concepto supera los ocho millones de euros. Los ricos gallegos tienen de media 4,2 millones de euros, los andaluces superan ligeramente los tres millones y los valencianos se tienen que conformar con 2,9 millones, aún así por encima de la media nacional.
De esta forma, el conjunto de contribuyentes de este tributo en la Comunidad Valenciana suman un patrimonio conjunto de 54.528 millones, 831 millones más que el año anterior y una cifra equivalente al 55% del PIB de la autonomía.
Pocas casas
A pesar de que la región fue uno de los epicentros de la burbuja inmobiliaria, sorprende que menos de una quinta parte del patrimonio de los más ricos de la Comunidad -10.129 millones de euros- esté compuesto por bienes inmuebles. Es decir, por casas, solares o fincas rústicas. Por el contrario, hasta el 76% de su fortuna -41.571 millones- lo tienen en acciones, incluidas las de sus propias empresas; en deuda pública, bonos y otros instrumentos similares.
Dentro de esta cantidad destacan los 6.520 millones de euros que tienen en el banco en dinero contante y sonante, y los 4.333 millones que tienen en Sicav, las polémicas sociedades que permiten a los más adinerados tributar únicamente un 1% de las ganancias que obtienen con sus inversiones. Además, ésta es una de las partidas que más crecen ya que el año anterior las Sicav sólo acumulaban 3.420 millones de euros.
Por el contrario, destaca el poco aprecio que los ricos de la autonomía tiene por las joyas, las pieles, los coches de lujo o las obras de arte o antigüedades. Por este concepto, que aparece en las estadísticas como bienes suntuarios, apenas declararon 65 millones de euros, el 0,2% de su patrimonio total.
Más mujeres pero más pobres
En cuanto a la distribución por sexos, llama la atención que en la Comunidad hay más ricas que ricos, aunque el patrimonio medio de estos últimos es mayor. Así, en 2013 fueron 9.528 las mujeres que tuvieron que realizar la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio en la autonomía, frente a 9.186 varones. Pero ellos acumulaban una fortuna media de 3,2 millones de euros frente a los 2,5 millones de las contribuyentes.
Lo que no aclara la estadística es cuantos de los nuevos ricos «oficiales» se deben a la aplicación de la amnistía fiscal, que permitió aflorar bienes ocultos en el extranjero tributando por ellos solo un 10%.
