La incorporación de los compradores nacionales a la demanda de viviendas turísticas en la Costa Blanca, que durante los dos últimos años habían impulsado casi en solitario los ciudadanos extranjeros, junto con el tirón de los pisos de segunda mano en las ciudades están llevando al sector inmobiliario alicantino a obtener este año sus mejores registros, prácticamente, desde el inicio de la crisissus mejores registros. Así, lo acaba de certificar el Instituto Nacional de Estadística, que señala que durante el pasado mes de julio se vendieron en la provincia la friolera de 2.563 inmuebles o, lo que es lo mismo, 83 casas cada día.
Un ritmo de ventas que, con la excepción de la avalancha registrada en diciembre de 2012 por el fin de las desgravación fiscal en el IRPF, era desconocido en Alicante desde el verano de 2008, de acuerdo con las mismas fuentes. Esta cifra, además, sitúa a la provincia como la tercera con mayor número de transacciones, solo por detrás de Madrid, con 4.460 operaciones, y Barcelona, con 3.568.
Con respecto a julio del año pasado, las ventas se han incrementado en Alicante un 12,8% y desde el mínimo que marcaron en 2011 el repunte ya se acerca al 39%. Y eso sin tener en cuenta los numerosos apartamentos y chalets que se están vendiendo sobre plano y que no aparecen en la estadística del INE, que sólo contabiliza las compraventas registradas ante notario.
«Más que las cifras de un sólo mes, nosotros lo que destacamos es que se trata de una tendencia sostenida que, de momento, se concentra mucho en la segunda residencia pero que esperamos que pronto empiece a trasladarse también a la demanda de vivienda habitual», explica el presidente de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Antonio Fernández.
Más asequibles
Al respecto, señala que, aunque la elevada cifra de paro aún supone un lastre, la caída de precios registrada durante la crisis ha situado el esfuerzo necesario para comprar un piso en niveles similares a los del año 2002, lo que favorecerá esta recuperación. En este sentido, según los datos del Colegio de Registradores, en estos momentos los ciudadanos de la Comunidad Valenciana que adquieren una casa deben destinar, de media, el 24,96% de su sueldo para sufragar la hipoteca, una cifra muy por debajo del 35% de máximo que recomiendan los expertos.
La cruz de esta reactivación del sector es que los precios ya empiezan a subir de forma significativa. Así, de acuerdo con el INE, en el último año el coste medio del metro cuadrado se ha encarecido un 2,7% en la Comunidad Valenciana y un 4% a nivel nacional. Una incremento que relativizan desde Provia. «En las viviendas turísticas sí se está registrando ese aumento, pero en el interior los precios siguen estancados. Lo que ya no hacen es caer, se han estabilizado», asegura Antonio Fernández.
