El empresariado alicantino está convencido de que el nuevo curso que arranca será el de la consolidación de la recuperación económica iniciada el año pasado aunque, ahora, la duda está en la velocidad del cambio. Mientras que para algunos, como la Cámara de Comercio, la mejora va más rápido de lo esperado -la institución cameral prevé que el PIB provincial acabe el año con un crecimiento del 3,5%, dos décimas por encima de la media nacional-, otros, como la patronal de la pequeña empresa Cepyme, opinan que el ritmo es todavía demasiado lento, insuficiente para poner en marcha el círculo virtuoso que lleva a las familias a aumentar con fuerza su consumo y, en consecuencia, a la creación sostenida y rápida de nuevos puestos de trabajo.
En cualquier caso, en lo que coinciden casi todas las organizaciones empresariales consultadas por este diario -una docena en total, las más representativas de la provincia- es que las próximas elecciones, tanto catalanas, como nacionales, y las dudas sobre la fortaleza de la economía china son los principales nubarrones que se ciernen sobre el horizonte económico alicantino. Eso sí, unas nubes de tormenta que, salvo que ocurra un cataclismo inesperado como la quiebra de Lehman Brothers de 2008, no serán suficientes para interrumpir la recuperación aunque sí para ralentizar su ritmo.
«Está claro que el final de la temporada turística siempre supone un repunte del paro en la provincia pero lo importante es la tendencia interanual, y ésa seguirá siendo positiva en los próximos meses porque la actividad económica va a más. Prácticamente todos los sectores dan ya síntomas de recuperación», señala el presidente de Coepa, Moisés Jiménez, uno de los que apunta más claramente a la sucesión de comicios de este otoño como foco de inestabilidad. «Es una cuestión de ambiente. La incertidumbre de no saber qué ocurrirá dentro de unos meses afecta a la hora de tomar decisiones de inversión», asegura con rotundidad Jiménez.
«Lo más peligroso sería que se produjera una situación de ingobernabilidad, que saliera de las urnas un Congreso demasiado fragmentado. Lo queramos o no, el dinero es muy miedoso», coincide también el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar (Aefa), Francisco Gómez, quien, no obstante, cree que las bases de la recuperación en la provincia ya son lo suficientemente sólidas para aguantar el envite. «El turismo ha registrado una ocupación magnífica este verano, la industria está exportando y la construcción, que es uno de los sectores que más tira del empleo, ya se mueve. Mucho se tendrían que torcer las cosas», insiste Gómez.
Más exportaciones
Entre las organizaciones más optimistas está la Cámara de Comercio de Alicante. Su director-gerente, Carlos Mazón, insiste en que la provincia llegará a final de año con un crecimiento «mucho mayor de lo previsto», que los técnicos de la institución cifran en un 3,5% frente al 3,3% que aumentará el PIB nacional. También las exportaciones, que cerraron junio con un aumento del 9,8%, finalizarán por encima de lo esperado. Eso sí, con permiso de lo que ocurra «en China, Rusia y otros países emergentes, como Brasil», explica Mazón.
«Creemos que hay suficientes factores positivos para compensar los efectos de lo que ocurra en estos países. La bajada del precio del petróleo y del euro es uno de ellos y lo que aconsejamos a las empresas es que centren sus esfuerzos en crecer en Europa, Estados Unidos y el Norte de África», señala el director de la Cámara.
Mucho más moderado se muestra el máximo responsable de Cepyme, Cristóbal Navarro, quien cree que la situación a va ser más bien de «estabilidad». «El consumo ha mejorado pero todavía muy poco, aún falta confianza a pie de calle para que las familias hagan grandes compras», asegura Navarro. «Mientras eso no ocurra, será difícil que se ponga en marcha la rueda y se empiece a crear empleo con fuerza», añade. Eso sí, al contrario que la mayoría de los empresarios, el presidente de Cepyme cree que la cercanía de las generales puede suponer un revulsivo para la economía: «En los meses anteriores a unas elecciones suelen tomarse medidas para tratar de captar votos y colgarse la medalla, como rebajas de impuestos. Tampoco me extrañaría que en el último momento se lograra un acuerdo para mejorar la financiación de la Comunidad, lo que sería muy positivo», explica.
Turismo
En cuanto a la evolución de los distintos sectores, el turismo es uno de los que mejores perspectivas presenta, especialmente en Benidorm, donde ya están acostumbrados a que la temporada se alargue hasta noviembre. «Este verano se ha notado que el crédito vuelve a fluir y que la gente tiene más dinero o se atreve a gastar más pero, sobre todo, ha funcionado muy bien la demanda internacional y creemos que el próximo año será incluso mejor», sostiene el presidente de la asociación hotelera de Benidorm (Hosbec), Toni Mayor.
Los empresarios aseguran que este verano se ha quedado mucha demanda insatisfecha en países como el Reino Unido, debido a que los precios de los billetes de avión «han sido mucho más caros de lo que nos habían acostumbrado en los últimos años». Por eso prevén que el próximo año se produzca una reactivación de las ventas anticipadas y, de hecho, «los touroperadores ya nos están pidiendo más camas». Una muy buena noticia, teniendo en cuenta que la ocupación de esta año ya ha superado a la que había antes de la crisis.
Calzado
El sector, la mayor industria provincial, seguirá fiando sus resultados a la exportación ya que considera que la recuperación del mercado nacional todavía es débil. «Las ventas empiezan a mejorar en España pero las empresas que quieren crecer van a seguir apostando por salir al exterior. Seguirá siendo el motor del sector», asegura la secretaria general de la Asociación Valenciana de Empresas de Calzado (Avecal), Marián Cano. A su favor tienen la mejora del tipo de cambio o la reducción de costes por la caída del petróleo pero Cano no oculta la preocupación que existe ante el hundimiento del mercado ruso o la incertidumbre de lo que ocurrirá con China.
Comercio
«La gente ya no te dice que va a cerrar, ahora todo el mundo te cuenta que le va mejor», apunta el presidente de la Federación Alicantina del Comercio (Facpyme), Antonio Sáez, sobre el evidente cambio de tendencia que se ha registrado. «Eso no quiere decir que la situación sea buena, el enorme paro que hay sigue siendo un problema para que el consumo despegue», añade el joyero, que teme que las elecciones puedan frenar esta recuperación. «La incertidumbre no es buena y alguien se lo puede pensar dos veces antes de gastar», asegura Sáez. Es uno de los sectores que menos claro tiene el futuro inmediato.
Construcción
El negocio del ladrillo seguirá dando pequeños pasos hacia su normalización, según el presidente de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Antonio Fernández. La demanda internacional, que en los últimos años ha tirado del mercado y que representa más del 50% de todas las ventas de viviendas en la provincia, seguirá «fuerte» y también se nota ya «la incorporación del cliente nacional». «Sigue habiendo muchas personas con problemas de poder adquisitivo para acceder a la vivienda. Pero quienes sí tiene la oportunidad ya piensan que es el momento de comprar», lo que se traduce en la puesta en marcha de nuevas promociones y en el regreso de las ventas sobre plano, explica Fernández. Eso sí, las cifras de actividad aún son pequeñas -este año se podrían iniciar unas 4.500 viviendas- para lo que debería ser el mercado normal de la provincia.
Metal
La reactivación de la obra ha arrastrado también a la industria auxiliar de la construcción que, tras años de caída, empieza a «levantar cabeza», explica el secretario general de la Federación de Empresarios del Metal (Fempa), Luis Rodríguez. Y no es la única, los fabricantes de maquinaria también viven momentos de expansión gracias a la demanda de las industrias exportadoras y a sus propias ventas en el exterior. «Las previsiones son muy buenas, no creemos que pueda producirse un nuevo frenazo», insiste Rodríguez.
Juguete
El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, coincide con la mayoría de los consultados en que el consumo «continúa algo frenado aunque poco a poco las cifras empiezan a mejorar». En el caso del juguete, el aumento de ventas en el mercado nacional se ha ido acelerando a medida que transcurría el año, hasta cerrar el pasado mes de julio con un aumento del 5% en volumen de unidades vendidas y del 10% en su valor. «Confiamos en que la tendencia se mantenga hasta Navidad. También confían en mantener las cifras de exportación -más del 40% de la facturación del sector- que acumulan un crecimiento del 9% en el primer semestre.
Agricultura
«El momento no es malo. Los nuevos cultivos de invierno que se han plantado en la provincia dieron buen resultado el año pasado y creemos que este año las perspectivas son similares. Los precios de cítricos y granadas también son aceptables, y el pedrisco que ha habido en algunas zonas competidoras también beneficiará a otras frutas», explica el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte. En este caso, la principal amenaza para el sector es «la incertidumbre que exite sobre el agua, y no sólo por su escasez, sobre todo por el precio», asegura Aniorte quien, curiosamente, cree que la actual disputa por el trasvase Tajo-Segura «no llegará muy lejos porque la ley garantiza su existencia». En el terreno de la exportación, el sector trabaja para «encontrar nuevos nichos en Europa y abrir camino en América».
Mármol
El sector vive un momento contradictorio. El enfriamiento de la economía china ha reducido notablemente las exportaciones de material en bruto del sector. Sin embargo, las ventas de placas ya finalizadas han aumentado, lo que está impulsando la contratación en las fábricas del Vinalopó, según el presidente de Mármol de Alicante, Juan Antonio Santo.
