Las lluvias caídas durante la pasada primavera permitirán que la cosecha de uva de la provincia se recupere alrededor de un 30% este año tras las desastrosas cifras alcanzadas en la anterior campaña, cuando la producción marcó su mínimo histórico con apenas 23,5 millones de kilos recogidos por culpa de la sequía. Al menos así lo prevén desde la denominación de origen Vinos de Alicante, donde señalan que, a pesar de este aumento, el volumen conseguido seguirá estando bastante por debajo de lo habitual, especialmente en la comarca de la Marina Alta, donde la inmensa mayoría de la producción es de secano.
De esta forma, si nada se tuerce durante lo que queda de la temporada de vendimia, los viticultores acogidos a la denominación prevén recolectar alrededor de 30 millones de kilos, una cifra «aceptable», según el secretario general del consejo regulador, Eladio Martín, aunque todavía alejado de los aproximadamente 40 millones que suele ser la norma. «La sequía continúa y eso se nota en las vides pero el agua que cayó en primavera ha sido suficiente para que la uva engorde un poco más que el año pasado, sobre todo en zonas como el Vinalopó», explica Martín.
Ahora el principal temor son las temperaturas, ya que si en septiembre son más altas de lo habitual podrían quemar los racimos y provocar un nuevo recorte de la producción y una caída de la calidad que, por el momento, está siendo buena. Al respecto, desde la DO apuntan que el calor de este verano ya provocó que la vendimia también fuera una de las más «madrugadoras» que se recuerda, ya que en algunos puntos del término municipal de Novelda arrancó en pleno mes de julio.
Aumento de ventas
Mejor suerte están teniendo los viticultores de la provincia a la hora de comercializar sus vinos. Durante la temporada 2013/2014, que finalizó el pasado 31 de julio, las ventas globales de las bodegas pertenecientes a la denominación mejoraron sus ventas un 4,21%, según datos oficiales. Un porcentaje que incluso fue algo superior, del 4,84%, en el caso del producto embotellado, el de mayor valor económico. En total, se vendieron 9.695.724 con la etiqueta de la DO, muy cerca de los diez millones que se suele fijar como objetivo el sector.
En estos datos tuvo un papel decisivo la exportación y eso a pesar de que Alicante no es de las denominaciones españolas que más producción envía al extranjero, ya que su principal mercado sigue siendo el nacional. Aún así, durante esta última temporada las bodegas alicantinas lograron incrementar nada menos que un 12,85% sus ventas a otros países de productos envasado, hasta sumar 28.483 hectolitros.
Al respecto, Eladio Martín señala que, además de las botellas tradicionales, los caldos de la provincia también están cosechando un notable éxito gracias a nuevos formatos como el «bag in box» -el vino se introduce en bolsas metalizadas que lo protegen de la luz o el aire, que luego se venden en cajas de cartón-, que tienen una gran aceptación en el centro y el norte de Europa.
Por el contrario, la venta de vino a granel cayó a la mitad, hasta los 2.085 hectólitros, debido a la mayor producción que se registró en destinos competidores en este segmento en distintos países de Sudamérica o Europa.
Por destinos, Alemania se consolida como el mejor cliente de los caldos alicantinos, con unas compras superiores a los 718.000 litros durante la última campaña. En segunda posición también repite Estados Unidos, aunque a una distancia muy considerable ya que las ventas allí sumaron «sólo» 330.642 litros. Por eso, desde el consejo regulador de Vinos de Alicante consideran que el mercado americano tiene muchas posibilidades para crecer, por lo que han decidido que centrar sus esfuerzos de promoción durante la próxima campaña en este país, con el objetivo de aumentar notablemente la facturación.
Incertidumbre en China
El vuelco en Estados Unidos tiene aún mayor sentido si se tienen en cuenta las turbulencias que sacuden al que es su tercer cliente, China, donde los bodegueros no tienen todavía claro en qué medida les afectará la devaluación del yuan que han promovido las autoridades de Pekín. El gigante asiático absorbió en la última campaña 302.284 litros de vino alicantino.
En cuanto al número de hectáreas cultivadas, la denominación de origen ha conseguido estabilizar la superficie que los productores tiene acogida a la normativa del consejo regulador, después de los descensos que se produjeron con el estallido de la crisis. En total, este año se contabilizan 9.515 hectáreas.
