El secretario de la Denominación de Origen Vinos de Alicante, Eladio Martín, alertó ayer sobre la situación que viven los viñedos de la Marina Alta, donde los dos años que acumulan con precipitaciones muy por debajo de la media están provocando la mortandad de un gran número de plantas para las que no existen «reposiciones». A diferencia de otras zonas productoras, los viñedos de esta comarca son casi todos de secano, cultivados en escalera en la ladera de las montañas, por lo que la falta de lluvia resulta especialmente dramática.
«Son viñas de moscatel muy antiguas y, cuando la planta muere, no hay recambio. Las variedades actuales que venden los viveristas ya no resultan igual y, con frecuencia, el agricultor, que suele ser de una edad avanzada, ya ni siquiera se molesta en volver a plantar», se lamenta Martín, que advierte del «tesoro» que se puede perder.
Así, destaca el importante valor económico y ecológico de la producción que está en juego a pesar de que proporcionalmente sólo suponga un pequeño porcentaje de las hectáreas dedicadas a uva de vino en la provincia.
No se trata del único cultivo de secano amenazado en la zona por la actual sequía. Desde las organizaciones agrarias llevan meses denunciando la muerte de miles de almendros que se han secado en Alicante ante la falta de aportes hídricos. De hecho, en algunos enclaves de la provincia se han perdido en los últimos dos años hasta el 60% de los árboles, según cálculos de Asaja divulgados recientemente.
