El jefe del Consell, Ximo Puig, sigue sumando adhesiones a ese frente común contra Madrid que se ha propuesto crear con unos objetivos bien definidos: exigir una financiación autonómica más justa, el pago de la deuda histórica y un mejor reparto de las inversiones. Si primero fueron los sindicatos UGT y CC OO, y la patronal autonómica Cierval, ahora los últimos en sumarse han sido los empresarios del «lobby» AVE, precisamente una de las organizaciones más combativas en los últimos años a la hora de pedir el cambio del modelo de financiación autonómica. Para ello, el escenario elegido fue el almuerzo que compartió ayer el presidente de la Generalitat con la junta directiva de AVE, y al que también asistieron, entre otros, los alicantinos Antonio Arias y Pedro López, consejeros delegados de Vectalia y Chocolates Valor, respectivamente. Una parte y la otra, evidentemente, volvieron a reivindicar un cambio del modelo de financiación. Sólo así será posible atender los servicios y relanzar el crecimiento económico.
El presidente del «lobby» empresarial, Vicente Boluda, dejó bien claro desde el principio que Ximo Puig tendrá siempre a su lado, incluso a su disposición, al empresariado, para «arrimar el hombro» y seguir reivindicando un nuevo sistema de financiación. Ahora bien, y por lo que pueda pasar en la cita electoral de finales de año, y para que el nuevo Consell y su presidente no se lleven a engaños, alertó de que ese apoyo no es incondicional. Está supeditado única y exclusivamente a que el Gobierno valenciano siga pidiendo lo que, en justicia, le pertenece a esta Comunidad. O, como vino a decir Vicente Boluda, los empresarios estarán ahí «siempre que el presidente siga reivindicando como lo está haciendo hasta ahora». No en vano, el dirigente de AVE defendió que estar bien financiados es clave para tener unos servicios «como Dios manda» y para atender todas las cuestiones sociales que se planteen.
Puig se pronunció en términos similares, aunque no dejó escapar la oportunidad para hacer un guiño a los empresarios de AVE y alabar su trayectoria en los últimos años, tratando así de metérselos en el bolsillo. Por ello, el jefe del Ejecutivo autonómico no escatimó en elogios hacia el trabajo desarrollado por el «lobby» en la «concienciación del problema de la infrafinanciación».
