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Javier Fur

«Alicante necesita un liderazgo claro, empresarial e institucional»

«Alicante necesita un liderazgo claro, empresarial e institucional» JOSE NAVARRO

Con tanto para elegir, ¿por qué opta Javier Fur precisamente por el Círculo de Economía?

Hay asociaciones empresariales de muchos tipos, es verdad. Sin embargo, el espacio de una asociación que estuviera dirigida a directivos, ejecutivos y mandos intermedios, que quizás es el perfil que más tenemos en esta provincia, no estaba cubierto. El Círculo, por tanto, tenía la capacidad de recoger ese nicho. Me propusieron aceptar la presidencia, y, aunque al principio no sabía muy bien dónde me metía, es un proyecto muy ilusionante y con mucho camino por recorrer.

Y, entre tanta asociación empresarial de carácter territorial y sectorial, ¿qué pueden aportar?

Cuando accedí a la presidencia del Círculo, la provincia estaba en un momento muy difícil, pero había que abrir esa ventana y que entrara aire fresco, sobre todo por lo que respecta a herramientas de gestión y de innovación hacia las compañías. Además, el Círculo podía dar una visión más a medio o largo plazo. Lo que queremos es aportar herramientas de gestión y de innovación al directivo y al ejecutivo, y en eso es en lo que estamos trabajando. El valor añadido que tiene el Círculo, además, es que pertenece a la junta directiva de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, a CEDE, donde hay 42 entidades y 150.000 directivos de primer nivel. Eso nos ha permitido también traer a aquí ese conocimiento que estaba ya en otros entornos.

¿Por qué tradicionalmente algunos empresarios se han resistido tanto a la innovación?

Primero, por el tamaño que tienen las empresas en esta provincia. Muchas veces el día a día se consume con la producción, la gestión financiera o la parte comercial, y la innovación no da resultados inmediatos. Luego, la complicada situación de los últimos años no ha ayudado. No obstante, eso está cambiando. Al perfil más joven que está entrando a dirigir las compañías no le importa cooperar con otras empresas para innovar en conjunto, y eso facilita las cosas. De todas formas, tenemos que definir qué provincia queremos ser, pero teniendo claro que debemos competir por la diferenciación de los productos y servicios, y no por precio, y eso sólo se consigue con innovación.

¿Y cómo se puede empezar a trabajar en esa línea?

No podemos cerrarnos a nada, pero sí necesitamos definir ese modelo, comunicarlo, y que todos los grupos de interés, tanto las administraciones, como los empresarios y la propia sociedad, nos enfoquemos en ese sentido, tratando de diferenciarnos con una provincia que sea identificada por servicios y por calidad. Con los recursos que tenemos, que no son muchos en estos momentos, lo que no podemos hacer es utilizarlos como no corresponde. Evidentemente, los resultados serán a medio o largo plazo, pero habría que empezar ya, definiendo qué se va a hacer en los próximos años en dotaciones y en servicios, y para internacionalizar la provincia en su conjunto, por ejemplo.

¿Qué ha faltado para no haberlo conseguido hasta ahora?

Ha faltado tener claro en qué líneas había que trabajar, y ha faltado ser más exigentes. Luego, en una situación tan complicada como la de los últimos años, nos hemos dejado llevar por lo inmediato y nos hemos hipotecado un poco. Al final, se ha tratado de competir por precio. No obstante, la provincia de Alicante tiene recursos, pero necesitamos un mensaje, y un liderazgo claro, tanto a nivel empresarial como instituticional. Las administraciones ahora son bastante plurales, y eso está bien, siempre que haya una estabilidad y un mensaje claro. No podemos cambiar de idea cada día sobre lo queremos ser. Tenemos que definirnos y trabajar en eso.

¿Cómo se puede lograr eso en una provincia tan marcada por la dispersión y la desunión?

Haciendo ver a todas las partes que el interés es común y pensando en provincia y no en ciudades. Tenemos Alicante, Elche, Orihuela, Alcoy... Tenemos muchos municipios y muchas posibilidades. Cada zona ofrece un valor añadido que tiene que formar parte de una oferta común. El mercado es global, y ahora menos que nunca podemos ir cada uno por nuestro lado.

¿Y por dónde empezar?

Ya hay trabajos hechos, y trabajos muy buenos, pero los agentes interesados se tendrían que sentar y definirlo, y que sea inamovible. Eso permitiría generar más actividad empresarial, crear empleo... Por ejemplo, ahora los ayuntamientos de Alicante y de Elche quieren empezar a poner proyectos en común, y eso puede ser un primer paso, aunque hay que extenderlo más. Tampoco se necesitan macroproyectos, de lo que se trata es de poner pequeños proyectos en marcha.

¿Por qué esa falta de unión y de liderazgo empresarial?

Venimos de una situación difícil, y eso no ayuda en estos casos, pero tenemos un nivel empresarial muy alto. Hay buenos empresarios en Alicante, en Elche, en la Vega Baja, en el norte de la provincia, empresarios que pueden aportar mucho y que tienen ganas de aportar, pero necesitan un proyecto que aglutine y con el que se sientan representados. Hay unas segundas líneas muy buenas que se incorporarían con un proyecto claro.

La política de subvenciones no ha ayudado mucho, ¿no?

Absolutamente nada. De hecho, el Círculo de Economía en absoluto vive de subvenciones, sino de las cuotas de los asociados y de patrocinios que podamos conseguir. Las subvenciones, al final, han servido para hacer organizaciones con pies de barro y que competían entre ellas por esos recursos, cuando lo que hay que hacer es aunar esfuerzos.

¿La recuperación es real?

Hay indicadores que ya dicen que algo está cambiando, pero no tenemos patrones claros, y vamos a tener que aprender a gestionar esa incertidumbre con compañías más flexibles. Decisiones que se toman a muchos kilómetros de aquí nos acaban afectando, y se ha visto con Ucrania, con Rusia... Nos afectan a favor o en contra. Estamos en un entorno muy cambiante, y tenemos que saber adaptarnos. No nos podemos acomodar, y, aunque los indicadores sean buenos, hay que seguir trabajando, mejorando, estando cerca del cliente, innovando. Es la única manera de avanzar, nadie va a hacer el trabajo por nosotros.

Habla de que hay que competir por diferenciación. Trasladando eso al campo de la gestión pública, ¿es posible salir de la crisis sólo a golpe de recortes?

Los recortes son importantes, pero por sí solos no bastan. Es más sostenible hablar de innovación, de diferenciación, que recortar y ya. Los recortes tienen un límite y, a partir de determinado momento, ya no sirven de nada. Se ha visto en Grecia. Las políticas expansivas en determinadas situaciones son necesarias y compatibles con los recortes.

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