Más liderazgo para la provincia, un llamamiento a organizaciones empresariales, otros agentes sociales y los nuevos gobiernos para que se sienten, y se sienten ya, a dialogar para poner las bases del nuevo escenario que se abre ahora, y transparencia como única arma para luchar contra la corrupción y, con ello, evitar que la imagen de esta provincia y la imagen de esta Comunidad vuelvan a ponerse en entredicho nunca más. Con un discurso asentado en estos principios, el recién nombrado presidente del «lobby» Ineca, Perfecto Palacio, se estrenaba al frente de una asamblea general, ante unos 40 empresarios.
Lógicamente, no desaprovechó para hacer un guiño a los anteriores responsables de la entidad, con su expresidente, Joaquín Rocamora, a la cabeza, y elogió, y mucho, la gestión pasada. No obstante, incidió con vehemencia en que ahora llega un nuevo tiempo, y subrayó que el objetivo pasa por asumir el liderazgo en esta provincia. No quiso apuntar a nadie con el dedo acusador, pero de sus palabras quedaba bien a las claras la denuncia implícita de que, hoy por hoy, esta provincia está huérfana de liderazgo, de liderazgo empresarial y de liderazgo político, hasta el punto de que no dejó pasar la oportunidad y afeó al Consell saliente y al entrante el poco peso político que han tenido y tienen los alicantinos. También dio un tirón de orejas a Rajoy, sin llegar a nombrarlo si quiera, por eso mismo. Con este escenario de partida, Palacio hizo un llamamiento a los suyos para empezar a trabajar ya para asumir ese liderazgo, y demandó fortaleza y contundencia, «desde la regeneración de las ideas», como apostilló.
Tampoco pasó de puntillas por los cambios políticos que trajo el vendaval del 24-M... Cambio en las formas de hacer política, acompañado, como en todo cambio, de incertidumbre en términos de inversión y de creación de empleo, ante lo que exigió a los nuevos gobernantes locales y autonómicos que actúen con el mismo liderazgo, fortaleza y contundencia que pidió para los empresarios con un objetivo muy claro: lograr administraciones eficaces, ágiles y rigurosas, y todo ello apoyado en garantías jurídicas y en un marco de libertad. La carta de peticiones a los políticos no concluyó ahí: «Necesitamos recuperar una nueva manera de tomar decisiones que incluya una perspectiva moral», sentenció.
Ya en el terreno más material, reivindicó más inversiones estatales y autonómicos en esta provincia, y un paquete de medidas de calado contra el desempleo. No en vano, se congratuló de la nueva caída del paro registrada en junio, pero alertó de que aún hay que tener los pies en el suelo. «Son buenos datos, pero insuficientes, muy insuficientes, para una provincia cuya tasa de paro es del 24,4% frente al 23,8% de la media nacional», lamentó. Nuevas políticas de autoempleo y emprendimiento, menos cuotas para los autónomos y más tarifas planas, y otras políticas, en general, que permitan a los alicantinos tener más dinero en los bolsillos completaron algunas de las propuestas que el presidente del «lobby» Ineca incluyó en el recetario propuesto para este nuevo tiempo.
