En el apartado internacional, una de las tendencias más relevantes del mercado inmobiliario alicantino durante el primer trimestre de este año fue el hundimiento del mercado ruso, al registrarse únicamente 262 compraventas frente a las 495 de un año antes. Una caída del 47% que el vicedecano del Colegio Notarial de Valencia, Delfín Martínez, relaciona directamente con la fuerte devaluación que ha sufrido el rublo -lo que ha encarecido notablemente los inmuebles de la provincia para estos ciudadanos-, y a las restricciones a la salida de capitales que ha impuesto el Kremlin para evitar que su economía se debilitara aún más, tras el desplome del precio del crudo y otras materias primas de las que vive el país. No obstante, los profesionales del sector se muestran convencidos de que, a medida que la moneda rusa recupere su valor, la demanda volverá a reactivarse «ya que a los rusos les gusta mucho el estilo de vida que han encontrado en España, y el coste de los apartamentos y los chalets de la Costa Blanca, a pesar de todo, sigue siendo asequible para ellos. Sobre todo en comparación con otras zonas del Mediterráneo o de la propia costa española», explica Miguel López, socio del bufete Almansa & Asociados, que se ha especializado en este segmento del mercado y cuenta, incluso, con despacho en Moscú. Así, sostiene que ya empieza a percibirse un aumento del interés por realizar nuevas adquisiciones. d. navarro