La investigación de las causas abiertas por la gestión de la CAM va a sufrir previsiblemente un impasse después de que ayer fuera nombrado juez de enlace en Francia el magistrado que las instruye, Javier Gómez Bermúdez, lo que supondrá su marcha en unas tres semanas del juzgado, del que seguirá siendo titular.

Aunque la designación de Gómez Bermúdez para este cargo se venía dando por segura desde hacía tiempo, no fue hasta ayer que el Consejo de Ministros aprobó lo que, de hecho, va a suponer que abandone la Audiencia Nacional. Allí ha sido juez de Vigilancia Penitenciaria, presidente de la sala de lo Penal durante dos mandatos consecutivos (en los que presidió con mano dura el tribunal que juzgó el 11-M) y desde mayo de 2012 estaba la frente del juzgado Central de Instrucción tres, donde fue a caer la primera querella que se presentó por la gestión de la caja de ahorros.

A finales de junio de 2012, apenas un mes después de asumir la tarea de instructor en la Audiencia Nacional, citó a la excúpula directiva de la CAM a la que tomó declaración en un julio tórrido. De aquella pieza, la denominada principal y de la que precisamente ahora acaba de dictar pase a procedimiento abreviado (lo que en la práctica ha supuesto el procesamiento de ocho exresponsables de la entidad, entre ellos el último presidente y los dos últimos directores generales) se han ido desgajando causas hasta sumar siete. Un número que se ha reducido a seis después de la que Audiencia haya resuelto unir en una las dos que en febrero abrió el magistrado por los pelotazos que financió la caja a través de su filial TIP y por las relaciones de la CAM con la promotora de Alicante Hansa Urbana.

En estos casi tres años, Gómez Bermúdez no sólo ha concluido la instrucción de esta pieza principal. Juzgada, sentenciada y a falta de lo que diga el Supremo, donde las acusaciones particulares han recurrido la absolución, se encuentra la que sentó por primera vez en el banquillo al exdirector general Roberto López Abad, al expresidente de la comisión de control Juan Ramón Avilés y a todos los miembros de este órgano.

Prácticamente finalizada deja la instrucción del proceso que indaga el presunto cobro irregular de dietas por parte del expresidente Modesto Crespo, en el que queda por determinar contra quiénes de los citados a declarar como imputados (además de Crespo fue llamado el consejo de administración de la caja en pleno y quien fuera el asesor jurídico de la entidad) se deben seguir las actuaciones. Y también avanzada se encuentra la investigación de los negocios que la caja, a través de la participada Valfensal, puso en marcha en el Caribe. Un procedimiento en el que, además de López Abad y de su hombre de confianza Daniel Gil, están encausados los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó, los hoteleros a los que el juez acaba de permitir viajar a México durante diez días después de que les retirara el pasaporte en diciembre de 2013.

A los cuatro socios de Valfensal, además, les mandó a la cárcel fijando fianzas millonarios para poder evitarla. Eso, además del aval solidario de casi treinta millones que acordó para la excúpula en la pieza principal.

Con más camino por recorrer queda, por contra, la causa que se abrió para determinar si se cometió delito en la emisión y comercialización de cuotas participativas y preferentes, donde figuran como responsables civiles la Fundación CAM y el Sabadell. Y la que indaga los negocios de la filial TIP relativos a pelotazos que financió la caja, que ahora incluye también la de las relaciones de la entidad con Hansa.

De unas semanas a seis meses

Dos vías existen para cubrir la vacante que deja Gómez Bermúdez: sacar la plaza a concurso, al que se opta por antiguedad, o el nombramiento en comisión de servicio, lo que permite designar al magistrado que más interese aunque, como ocurrió con el juez Pablo Ruz, que ocupó el antiguo juzgado de Baltasar Garzón por este sistema, sorprenda después a sus mentores. En el primero de los casos la llegada de nuevo magistrado podría demorarse hasta seis meses mientras que de decidirse por el segundo, el puesto estaría cubierto a las pocas semanas de marcharse Bermúdez, cuyo nombramiento no tiene una duración definida, al margen de que puede ser cesado.