El Banco Santander presentó ayer una oferta no vinculante para adquirir el Novo Banco, la tercera mayor entidad financiera portuguesa resultante de la escisión del colapsado Banco Espírito Santo (BES). El Santander, que ya controla en Portugal el Santander-Totta, el quinto mayor banco del país, no divulgó detalles sobre la propuesta. El Banco de Portugal (BdP) dio de plazo hasta la medianoche de ayer para que las 15 entidades que aspiran a esta compra se pronuncien sobre la operación, por la que se espera lograr al menos los 4.900 millones de euros invertidos en la recapitalización del Novo Banco. En la primera criba, además del Santander, ya figuraban el Banco Popular y el BBVA, entidad esta última que, según medios lusos, habría decidido retirarse de la subasta. También estaban en la lista de aspirantes el portugués BPI o el chino Bank of China.