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Un grupo promotor y de residencias para la tercera edad de Madrid se queda con Vissum

El Grupo Arpada, donde ocupa un importante cargo el anterior director general de la cadena oftalmológica, Fernando Benavente, pagará 900.000 euros y asumirá una deuda de más de cinco millones por el negocio

Un grupo promotor y de residencias para la tercera edad de Madrid se queda con Vissum

A la tercera va la vencida. Tras dos intentos anteriores infructuosos -el primero por la renuncia del ganador de la licitación y el segundo al quedar desierta la subasta-, finalmente el juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante decidió adjudicar ayer la cadena de clínicas oftalmológicas Vissum a la compañía madrileña Grupo Arpada, que deberá desembolsar 900.000 euros en efectivo y asumir una deuda de más de cinco millones de euros a cambio de quedarse con el negocio. De esta forma se pone fin a un largo y accidentado proceso que se inició hace ya dos años y medio, en octubre de 2012, cuando la firma creada por el doctor Jorge Alió se vio obligada a solicitar el concurso voluntario de acreedores al no poder afrontar las importantes deudas que acumulaba como consecuencia de la expansión acometida en los primeros años de la pasada década.

La oferta del grupo madrileño se ha impuesto, de esta forma, a la que habían presentado los principales ejecutivos de Vissum junto con dos destacadas compañías sanitarias, que no pudieron igualar las condiciones económicas de los anteriores. Se da la circunstancia que uno de los principales responsables del Grupo Arpada es el exdirector general de la compañía oftalmológica alicantina, Fernando Benavente.

La firma madrileña, también conocida por el nombre de su principal promotora, Urtinsa, se encuentra en pleno proceso de reorientación de su negocio desde su ámbito de actuación tradicional -el ladrillo- hacia el sector sociosanitario, que considera más estable. Su primer paso fue la creación de una cadena de residencias para la tercera edad que opera bajo la marca Valdeluz y que ya cuenta con cinco centros en la capital de España. Ahora, con la adjudicación de Vissum, entran de lleno en el campo médico donde su intención es seguir expandiéndose con nuevos proyectos.

Clínicas excluidas

Al contrario de lo ocurrido en las anteriores licitaciones, donde el juez trató de colocar todo el grupo en un mismo paquete, en esta ocasión la adjudicación sólo ha incluido las clínicas de las provincias de Alicante, Madrid, Albacete y los centros de Lorca y Jumilla, que son los que concentran la mayor facturación. Por el contrario, se quedan fuera las de Murcia capital, Canarias, Zaragoza y Almería, aunque sobre estas dos últimas instalaciones ya habría otras ofertas que garantizarían la supervivencia de las clínicas. De hecho, el propio Grupo Arpada no descarta quedarse con alguno de ellos en un futuro próximo. La oferta, además, incluye el compromiso de mantener a un 75% de la plantilla de los centros adquiridos, lo que supone unas 150 personas, aproximadamente.

Lo que todavía no está asegurado es la continuidad del fundador de la compañía, el doctor Jorge Alió, con el que la firma madrileña sigue negociando un acuerdo para que se mantenga al frente del equipo médico de la cadena. Desde el Grupo Arpada recalcaron ayer su interés por contar con Alió «dada su magnífica trayectoria profesional, pionera en este ramo de la medicina» pero, no obstante, también aclararon que su marcha no supondría un impedimento para la viabilidad del grupo.

Los nuevos propietarios están convencidos de las posibilidades de crecimiento de Vissum y recuerdan que la cadena ha llegado a facturar más de 30 millones de euros anuales, el triple que en la actualidad.

Subastas frustradas

La de ayer fue la tercera licitación de Vissum desde su entrada en concurso de acreedores. En la primera, en mayo del año pasado, resultó ganadora la escocesa Optical Express, que acabó renunciando ante las exigencias de la compañía patrimonial del doctor Alió, Clinvers 2000, que es la propietaria de la mayoría de edificios donde se ubican las clínicas. Ante este hecho, el juez decidió organizar una segunda subasta por el grupo completo el pasado mes de diciembre, que se quedó desierta y abrió la puerta a pujar sólo por una parte de la compañía, como finalmente ha ocurrido.

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