Los propietarios del grupo Mar Confort, Juan Ferri y José Baldó, habrían pagado al expresidente de la Generalitat José Luis Olivas viajes a Cuba en jet privado durante su etapa como máximo responsables de Bancaja y de su entonces filial el Banco de Valencia. Así al menos lo revelarían los correos electrónicos interceptados por la Guardia Civil en el marco de la investigación abierta por la Audiencia Nacional sobre las supuestas irregularidades cometidas en las inversiones que el grupo financiero y los empresarios de Benidorm realizaron de forma conjunta en el Caribe, según informó ayer la Cadena SER.

Según el Banco de España, estas operaciones, canalizadas a través de la sociedad Grand Coral, supusieron un quebranto de casi 250 millones de euros para la extinta caja valenciana, una cantidad que posteriormente el informe realizado por la consultora PriceWaterhouse Coopers para Bankia -que fue quien presentó la denuncia- elevó hasta los 330 millones.

De acuerdo con la información difundida ayer por la SER, se habrían producido al menos dos de estos viajes en los años 2007 y 2009 y para ellos se habría utilizado un jet Bombarder Global Express, la más cara de las tres opciones que la compañía de vuelos privados ofreció a la asistente de Ferri, que habría sido la responsable de realizar las reservas y organizar los desplazamientos. El precio abonado por el uso del aparato, con 12 sillones y seis camas para sus ocupantes, rozaría los 130.000 euros, de acuerdo con las mismas fuentes.

Una amplia comitiva

En el primero de estos viajes, además de Olivas y de los citados Ferri y Baldó -que también están siendo investigados por sus negocios con la CAM-, habrían participado el entonces director adjunto de Banco de Valencia, Aurelio Izquierdo; el consejero delegado de la entidad, Domingo Parra; los empresarios Eugenio y Enrique Calabuig, socios de la entidad en Aguas de Valencia, además de en otras firmas; y el hermano del expresidente de Murcia Ramón Luis Valcárcel, Carlos Valcárcel, según las mismas fuentes. Todos ellos se habrían alojado en el lujoso hotel Occidental Miramar de la capital cubana, donde la entidad no tiene intereses conocidos.

El segundo de los viajes, según los correos, se produjo ya en plena crisis, en septiembre de 2009, y en esta ocasión a Ferri, Baldó, Olivas y Enrique Calabuig se habría sumado el empresario azulejero Fernando Parra.

La Audiencia Nacional lleva investigando las operaciones que Bancaja realizó en el Caribe junto a los empresarios benidormís desde junio del año pasado, después de que Bankia trasladara a la justicia las supuestas irregularidades detectadas en estos negocios. La extinta caja valenciana y los propietarios del grupo Mar Confort pretendía promover en distintos enclaves de México miles de viviendas a través de la sociedad Grand Coral pero, según la querella, la mayor parte de los créditos que la entidad concedió a estos proyectos se aprobaron sin las tasaciones adecuadas. La entidad también compró acciones de varias sociedades del grupo por un precio muy superior al que pagaron sus socios, según las mismas fuentes. Por ejemplo, en el caso de la sociedad Varamitra, Bancaja pagó hasta 50.000 euros por acción cuando apenas unos días antes el resto de accionistas habían abonado unos 100 euros por los mismos títulos.