En el caso de Cofrutos, el fiscal defiende que Juan Ferri, José Baldó y sus socios -los empresarios de Benidorm sólo tenían un 20% de la compañía cada uno- utilizaron una sociedad interpuesta en Holanda para ocultar el verdadero beneficio que obtuvieron con la venta de la conservera. Para ello, primero vendieron las acciones de Cofrutos por 4,5 millones a una sociedad española, Arpe Comercial, que fue lo que se declaró a la Hacienda española. Apenas dos días después, esta firma se encargó de revender los títulos a la sociedad holandesa Forton BV por 14,6 millones de euros que, a su vez, la transmitió por la misma cantidad a sus compradores definitivos.De esta forma, se habrían ocultado al fisco dos tercios del valor real obtenido. Por si esto fuera poco, Ferri y Baldó decidieron simular pérdidas de 900.000 euros en otra de sus empresas vinculadas para compensar las ganancias declaradas. De esta forma, Juan Ferri sólo tuvo que pagar 10.900 euros en su declaración de la Renta de 1992 mientras que José Baldó abonó 44.435 cuando, según los cálculos del acusador, ambos deberían haber pagado una cantidad cercana a los 1,3 millones. d.n./ m.j.g.