Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El verano también dispara la economía sumergida

La última EPA revela que la mitad de los empleos creados en la provincia son en negro

La llegada de la temporada turística y la reactivación de sectores claves como la construcción y la industria supusieron todo un revulsivo para la economía alicantina durante la pasada primavera y el verano, lo que se tradujo en un importante incremento del empleo. Sin embargo, por desgracia y como suele ser habitual por estas latitudes, una gran parte de la ocupación creada durante estos meses se quedó en la economía sumergida, con el fraude y las situaciones de abuso que ello conlleva.

Al menos así se deduce al cruzar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) con las afiliaciones que registra la Seguridad Social, un método que, aunque no sea exacto debido a los distintos conceptos que tienen una y otra fuente, sí da una idea bastante aproximada de la dimensión de este problema. De esta forma, si en el primer trimestre del año la diferencia entre el número de alicantinos que se declaraba ocupado en la EPA y la cifra de cotizantes superaba ligeramente las 100.000 personas, durante el tercer trimestre la distancia se había incrementado hasta los 121.000. Es decir, más de un 20% más en sólo seis meses.

Pero, además, si se tiene en cuenta que la propia EPA cifra en 39.100 el número de empleos creados en este periodo, eso significa que alrededor de la mitad de los que han encontrado trabajo en la provincia en los dos últimos trimestres están en negro.

Una «plaga»

La situaciones que se esconden detrás de estas cifras son de los más variadas y van desde el obrero que se dedica a hacer pequeñas reparaciones sin estar dados de alta para ahorrarse las cotizaciones, hasta los jóvenes que ayudan a sus padres en el negocio familiar -también sin constar en ningún registro oficial- o el ejército de jornaleros que trabaja a destajo en el campo en las campañas estivales. Sin embargo, desde CC OO no dudan en apuntar al sector de la hostelería como el principal responsable de la economía sumergida durante estos meses y también como la actividad en la que se cometen los mayores abusos, según explica su responsable de Empleo en l'Alacantí y les Marines, José María Ruiz Olmos. «Es una auténtica plaga», se lamenta el sindicalista quien asegura que «en la Inspección de Trabajo son perfectamente conscientes de esta situación y deberían reforzar inmediatamente los medios de que disponen en la provincia».

Así, Ruiz Olmos recordó que, en una recientes jornadas organizadas por CC OO, el propio responsable provincial de este organismo, José María Gutiérrez, reconocía que Alicante era una de las demarcaciones españolas con mayor volumen de empleo irregular y calificaba de «masivo» el fraude que se producía en algunos sectores económicos.

En la misma línea, Gutiérrez también reconocía que, además del gran número de trabajadores al margen del sistema, también se había detectado un notable incremento de las situaciones de fraude relacionadas con el auge del empleo a tiempo parcial. Tal y como llevan meses denunciando los sindicatos, son muchos los empresarios que exigen a sus empleados a media jornada prolongaciones de su horario sin ofrecer ningún tipo de remuneración.

Y lo peor, según Ruiz Olmos, es que la impunidad con la que operan ha provocado que muchos defraudadores se envalentonen y lleguen a situaciones realmente surrealistas. «Aquí hemos llegado a tener el caso de una chica a la que su jefa le dio una bofetada cuando se negó a hacer más horas, pero no quiso denunciar para no perder el empleo», se lamenta el sindicalista. El miedo a denunciar es, tras la falta de medios de la inspección, el principal obstáculo para combatir estas prácticas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats