«No pedimos que lloren por nosotros, sino que luchen por nosotros». Estas palabras, pronunciadas por uno de los trabajadores de Coca-Cola durante el pleno del Ayuntamiento de Alicante celebrado ayer, arrancaron los aplausos de los concejales de la corporación alicantina. Un signo de apoyo al que siguió la aprobación por parte de todos los grupos municipales (PP, PSOE, EU y UPyD) de una iniciativa para reclamar tanto al Consell como al Gobierno su mediación para evitar el cierre de la fábrica. Un respaldo que se suma al de otros colectivos, como la patronal de empresarios (Coepa), tal y como ha venido informando este diario.

Fue el momento más emotivo de la sesión. Los trabajadores de Coca-Cola, con gorras rojas de la marca, siguieron el pleno desde su inicio hasta que en torno a la una del mediodía, el vicealcalde Andrés Llorens -la alcaldesa, Sonia Castedo, se ausentó justificando un proceso gripal- dio paso a la intervención de un portavoz. Este último, Luis Bosch, pidió la implicación del Ayuntamiento de Alicante y del resto de administraciones y aludió a la «preocupación y dolor de las 111 familias» que se quedarían sin empleo con el cierre de la fábrica. Tras considerar que «la destrucción del tejido industrial en Alicante no tiene fin», Bosch aseguró que la decisión de Coca-Cola de cerrar su fábrica «no tiene justificación económica» e incidió en que se trata de «una decisión especulativa». Además, dijo, «choca con los valores que la marca ha tratado de transmitir» en sus campañas.

Después de su intervención, todos los concejales se levantaron de sus asientos y rompieron en aplausos mientras los trabajadores concentrados en el Salón Azul del Ayuntamiento gritaban que Coca-Cola «no se cierra» y se abrazaban entre lágrimas. El emocionante momento fue seguido por la aprobación unánime de una declaración institucional de apoyo a los trabajadores y para que la mercantil continúe la producción que inició hace 50 años en la capital de la provincia.

El texto, consensuado entre todos los grupos políticos, «insta» a la empresa a que mantenga su actividad en la ciudad así como todos los puestos de trabajo y sus condiciones laborales. También se pide a la Conselleria de Economía e Industria así como al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que vele porque la empresa Coca-Cola Iberia Partners «mantenga todas sus fábricas en nuestro territorio». Del mismo modo, se acuerda trasladar al Gobierno de España, a través del Ministerio de Industria, que medie y solicita a la mercantil que busque otras alternativas que no impliquen el cierre de la planta de Alicante y la destrucción de empleo. La decisión muncipal se suma así a la posición de los empresarios de rechazar el cierre. Hoy está prevista una marcha de protesta que saldrá a las 10 horas de la puerta de la factoría.