Los economistas de la Comunidad Valenciana ven un cambio de tendencia en la economía valenciana por primera vez desde el año 2007, pese a que la valoración continúa siendo más negativa en la región respecto a la media nacional.

Así lo indican en la encuesta semestral realizada por el Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana, integrado por los tres colegios provinciales, en la que señalan la mejora de la transparencia y el incremento de la lucha contra la corrupción y el fraude fiscal como una de las principales medidas para atraer inversiones.

En la previsión a seis meses, los profesionales apuntan a una leve recuperación económica en la Comunidad, pero aún lejos del aprobado, con una puntuación de 3,40 sobre 10, mientras que la evaluación actual es de 2,96.

Además, las perspectivas a junio de este año fueron más pesimistas que la evaluación actual, ya que en la anterior encuesta pronosticaban un 2,90 y se ha superado alcanzado el 2,96.

Para el conjunto de la economía española, los economistas valencianos auguran una mejora los próximos seis meses, que representa la previsión más elevada desde junio de 2007, al comienzo de la crisis.

Así, si la percepción de hace medio año era de un 3,72 para España, la evaluación actual se sitúa en el 3,87 y aumenta hasta el 4,45 en la perspectiva a seis meses vista.

Según resumió ayer el presidente del Colegio de Valencia, Juan Manuel Pérez, en la presentación de la encuesta, «al fin hay un cambio de tendencia, todavía no suficiente para hablar de recuperación, pero sí parece que la recesión ha tocado a su fin y comienza una etapa con tasas de crecimiento positivas».

Entre las medidas para atraer inversiones se encuentra la mejora en el acceso a la financiación en primer lugar, seguida de un marco laboral y fiscal favorable, y de la mejora de la transparencia y el incremento de la lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, ambas en el mismo nivel de preocupación.

Por detrás se sitúan el minimizar los costes, trámites y procedimientos legales para crear empresas; mejorar el sistema de innovación y la diversificación de la estructura productiva; las políticas de retención y adquisición de talento; la mejora de la imagen de marca; y una mayor dotación de infraestructuras de transporte y comunicaciones.