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Grupo hotelero

El grupo participado por la CAM declaraba pérdidas cuando acumulaba millones en Curaçao

Los números rojos de Valfensal ascienden a 15,5 millones, mientras según el auto del juez, la filial del paraíso fiscal generaba 30 de beneficios - Sólo en 2005 y 2009 presentó resultados positivos

Uno de los establecimientos de Valfensal en México

Mientras desviaba la mayoría de sus ingresos a una sociedad pantalla domiciliada en Curaçao para eludir la acción del fisco, según afirma el auto redactado la semana pasada por el juez Javier Gómez Bermúdez, la matriz del grupo hotelero creado por la CAM y los empresarios benidormenses Juan Ferri y José Baldo declaraba en España pérdidas millonarias en casi todos sus ejercicios. Así lo reflejan las cuentas que los responsables de Valfensal han depositado en el Registro Mercantil a lo largo de estos años y que arrojan un balance muy negativo de la actividad de la compañía, en contraste con los beneficios que obtenía la filial radicada en el paraíso fiscal.

En concreto, desde el año 2004 los números rojos acumulados por el grupo ascienden a más de 15,5 millones de euros, según las citadas fuentes, y tan sólo en dos ocasiones -en 2005 y 2009- la compañía logró presentar ganancias puntuales que, eso sí, destinó a compensar las pérdidas que arrastraba desde su puesta en marcha y que, de acuerdo con los criterios contables utilizados por Ferri y Baldó -consejero delegado y presidente de la sociedad, respectivamente-, nunca se han conseguido enjugar.

Sólo en su primer año de actividad Valfensal declaró más de nueve millones de pérdidas pero también es significativo el quebranto registrado en 2006, cuando las pérdidas ascendieron a 4,3 millones de euros, y especialmente los contabilizados entre los años 2007 y 2011(ver gráfico adjunto). Y lo son porque, en ese mismo quinquenio, según el juez, Jacksonport generó de forma paralela más de 30 millones de euros de beneficios en las antiguas Antillas Holandesas, que no tributaron a la Hacienda española, lo que evitó a la compañía el pago de, como mínimo, 5,3 millones de euros en impuestos.

Por contra, en las cuentas de la matriz las posibles ganancias de la sociedad antillana siempre eran compensadas con los números rojos que registraban otras compañías del grupo, como las responsables de gestionar los diferentes hoteles que poseían en México y Tenerife -Epi Gestión México o Sandos Internacional, entre otras-, de forma que Valfensal nunca tuvo beneficios por los que tributar en España o, cuando los tuvo, pudo deducírselos de las cuotas negativas de años anteriores. Es más, hasta la sociedad holandesa que se constituyó para controlar indirectamente Jacksonport -Bencos Holding- y que era propietaria al 100% de esta rentable compañía, presentó varios años un sorprendente balance negativo.

Según el auto que envió a prisión el pasado jueves al exdirector general de la CAM Roberto López Abad y al exdirector de Participadas de la entidad Daniel Gil Mallebrera, la estructura de Valfensal estuvo diseñada desde un principio para desviar a Curaçao la mayor parte de los ingresos que generaban los hoteles del grupo para beneficiarse de la bajísima fiscalidad de este país. Para ello, dentro del esquema societario de la compañía, situaron en esta antigua colonia el que se suponía que era el touroperador del grupo. Es decir, el responsable de cobrar y generar las reservas de los establecimientos, por las que llegó a ingresar hasta 247 millones de euros a lo largo de estos años.

Una sociedad instrumental

Sin embargo, Gómez Bermúdez asegura que se trata sólo de una tapadera sin actividad real y que se contrató a un bufete antillano para proporcionarle la «cobertura necesaria», como teléfonos o el alquiler de unas oficinas, «con el fin de ocultar que era una sociedad instrumental». El juez sostiene que los exdirectivos de la CAM fueron conscientes en todo momento de esta estrategia para defraudar y que también se pusieron de acuerdo para no repartir nunca dividendos, como también prueban las cuentas consultadas por este diario.

Sin embargo, en 2010 Valfensal firmó un acuerdo para que otra de las empresas de Ferri y Baldó sin vinculación con la caja asumiera la gestión de los hoteles a cambio de una cantidad anual. De esta forma, según el instructor, los empresarios repatriaban las ganancias desde el paraíso fiscal de forma encubierta y sin que la CAM se beneficiara de ello. El juez, además, considera probada la «falsedad de la contabilidad» del grupo gracias a un correo donde la mano derecha de Ferri, Francisco Climent, explicaba a un ejecutivo de la CAM «que por regla general debe ser siempre cero» y explicaba los criterios a seguir para evitar que la matriz del grupo registrara beneficios en España.

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