El presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo, aseguró ayer en la Audiencia Nacional, durante su declaración como imputado por un presunto delito de estafa, que la compañía continuó vendiendo billetes hasta el 15 de diciembre, porque la decisión de suspender actividades se tomó ese mismo día y que hasta ese momento, la actividad de Air Madrid era «totalmente normal», según explicaron fuentes jurídicas.

Carrillo aseguró ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, que hasta ese momento la compañía «no tenía pensado cerrar» ya que «confiaban» en estar cumpliendo los requerimientos solicitados por Aviación Civil en los expedientes sancionadores abiertos contra la compañía desde el mes de septiembre de 2006, según informó el abogado de la Asociación General de Consumidores, José Herrero, que ejerce la acusación popular junto a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU);. El presidente de Air Madrid y otros tres altos cargos de la extinta compañía están imputados por un presunto delito de estafa y fraude a los consumidores.