La utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la vida cotidiana es una práctica cada vez más extendida, que encuentra también sus aplicaciones en el desarrollo de las ciudades. La obtención de datos y su puesta a disposición de la población gracias a estos recursos va implantándose, aún poco a poco, pero tiene un interesante potencial cuyos resultados pueden ser en un futuro muy satisfactorios para las administraciones y las sociedades locales. Ése es el sentido de las "ciudades inteligentes", un concepto que además juega con el posicionamiento del propio nombre de la ciudad como marca territorial y, en consecuencia, como herramienta de promoción y proyección.

Elche acogerá jueves y viernes de la próxima semana un congreso de la Red Española de Ciudades Inteligentes, a la que se ha incorporado recientemente la capital del Baix Vinalopó, con el objetivo de analizar ese potencial de las herramientas web 2.0 en la vida urbana y conocer experiencias desarrolladas en este sentido. La iniciativa, denominada Thinking Capitals Congress y organizada por el Ayuntamiento ilicitano, cuenta con la consultora alicantina Eolex City Lab como socio estratégico. Pablo Sánchez Chillón, socio director de la firma, explica que esta cita contribuirá a "ayudar a fijar el proyecto de ciudad inteligente" y, de una forma más específica, sus perspectivas de aplicación en Elche.

Sánchez Chillón señala que el concepto de las "ciudades inteligentes" o "smart cities" surge de la "necesidad de gestionar recursos a través de la optimización de los procesos, manteniendo el nivel de servicios". Es decir, aplicar las TIC en beneficio de la eficiencia en el desarrollo de la actividad municipal y ciudadana. Un ejemplo de ello es "la obtención de información en tiempo real" sobre servicios e infraestructuras, que resulte útil para los vecinos y que evite un consumo de recursos mayor de lo necesario. Sánchez Chillón alude, en este sentido, a aspectos aparentemente tan sencillos como la "sensorización de los contenedores de basura" y sus efectos en el servicio de recogida de residuos y en los hábitos ciudadanos a la hora de depositarlos.

Esta última cuestión sólo puede darse con "una participación activa" de los ciudadanos, aunque Sánchez Chillón cree que la tecnología favorece esa mayor implicación, a través de, por ejemplo, la rápida interacción que permiten las redes sociales. Eso también obliga, al mismo tiempo, a que "los municipios sean más transparentes", ofreciendo datos de gestión. De esta forma, afirma, el plano digital se presenta "muy interesante" en el desarrollo de las ciudades en un futuro muy próximo.

Paralelamente, la idea de "ciudad inteligente" abarca el concepto de marca territorial, es decir, de una identidad asociada a un nombre. En este sentido, la promoción turística a través de herramientas 2.0 -tanto desde un plano oficial como a través de la actividad de los usuarios- abre también "muchísimos activos", según el responsable de Eolex City Lab. Esta cuestión tendrá su propio apartado dentro del congreso, con especial atención a la actividad de la plataforma Visitelche.com.