El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunció ayer durante la gala de los premios de AEFA que la reestructuración del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) conlleva la dotación de cien millones de euros "con el objetivo de convertirlo en un verdadero banco de emprendedores".

"Queremos una Comunidad que tenga un sólido tejido empresarial e industrial, que sus emprendedores sean su mejor aliado, no se rindan y puedan superar cualquier circunstancia para crecer en volumen de negocio y generación de empleo", aseguró. Durante su intervención, el jefe del Consell destacó que las empresas familiares son esenciales en el proceso de recuperación económica y resaltó su fortaleza y capacidad de adaptación, sobre todo, en la actual situación de crisis. Igualmente, apeló al "compromiso, a la unidad y al trabajo conjunto entre administraciones y sociedad para, entre todos, adoptar las medidas de ajuste necesarias para salir de la crisis".

Sin papeles, y con los deberes bien aprendidos, ante un público alicantino, Fabra procedió a enumerar los indicadores económicos más positivos de la provincia de Alicante como la creación de empresas -más de 3.300 de enero a septiembre-; el crecimiento del 10% de las exportaciones y el aumento de un 15% de las nuevas empresas que venden al exterior. Y, después, pasó a citar los planes anunciados por la Generalitat como el de apoyo a emprendedores, el de incentivos o la "licencia exprés"para abrir un negocio. "Sólo en la ciudad de Alicante ya se han tramitado cerca de 1.200 licencias de este tipo", dijo. No obstante, entre esos indicadores se "olvidó" de los altos índices de desempleo de la Comunidad y de Alicante, que sí había recordado el presidente de las empresas familiares en su discurso inaugural.

Por otra parte, la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, al igual que Castedo y Fabra hizo hincapié en el labor de las empresas familiares y abogó, igualmente, por el espíritu emprendedor. En medio de su intervención, un acople del micrófono parecía que podía frustrar su discurso. Fue muy breve el problema técnico, al igual que rápida la reacción de Pastor, que dijo: "pese a ello, yo voy a seguir". Y siguió explicando por qué era básico el respaldo a las pequeñas firmas y a las empresas familiares. "Porque son clave para las economías y los empleos locales". De hecho, aseguró que el "crecimiento y el bienestar de los países dependen más de pymes que de multinacionales".

Un premiado pide a Fabra regular el autoconsumo en la energía fotovoltaica

Uno de los galardonados fue breve en su intervención, pero aprovechó para reivindicar al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la urgencia en regular "el autoconsumo en la energía fotovoltaica". Fue la reclamación de Luis Navarro, que recogía el premio que la Generalitat concedía a la empresa Get Retail Gestión Inmobiliaria Energía, en la que trabaja y que fundó su padre. También fue breve Juan Antonio Tolón, de Desguaces Tolón, que recibió el premio Diputación Provincial de manos de su presidenta, Luisa Pastor. Tolón reconoció el apoyo que recibió de AEFA en unos momentos importantes de su compañía, especialmente, cuando debía abordar la incorporación de la segunda generación. Algo más extensa fue Francisca Bonmatí, quién recordó muy emocionada a su padre Rafael Bonmatí, fundador de la constructora y promotora que hoy sigue llevando su nombre. Francisca recogió el premio Fundación Bancaja de manos de su presidente, José María Mas Millet, quien en su discurso instó a las empresas a seguir en la línea de la innovación para salir de la crisis. Por otra parte, el presidente de AEFA, Francisco Gómez, destacó el hecho de que las galardonadas ya han incorporado a las direcciones de las compañías a las segundas y hasta la tercera generación.