La persistencia de la crisis ha colocado a casi 44.000 familias de la provincia en la dramática situación de sobrevivir sin ingresos y a 77.800 a sufrir el drama de tener a todos sus miembros en paro. En este empeoramiento de las condiciones de vida y económicas de los hogares también ha incidido el hecho de que la mitad (49,9%) de los desempleados alicantinos perdieran su empleo hace más de un año, según el último balance de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año, conocida el pasado viernes y que sitúa en 250.200 el total de personas que no tienen empleo en la provincia. Estos datos evidencian no sólo que el impacto de la crisis está disparando las cifras del desempleo, sino que conforme se prolonga la situación recesiva se enquista, igualmente, la falta de oportunidades laborales. La paralización del mercado de trabajo en la provincia es tal, que el porcentaje de parados de larga duración -más de un año sin trabajo- casi se ha duplicado en tres años.

En 2009, uno de los ejercicios en que la crisis comenzó a disparar todos los indicadores del mercado laboral, los desempleados alicantinos que habían perdido su empleo doce meses antes sólo representaba el 28% del total, frente al 49,9% actual. "Es un dato demoledor", resume Salvador Roig, responsable de comunicación de CC OO en l´Alacantí-Les Marines.

Y con este panorama, el sindicato denuncia que la Generalitat, "lejos de reforzar las políticas activas de empleo, sigue inmersa en un contexto de recortes que no tiene en cuenta las necesidades de este colectivo. Fabra lo que está impulsando son más ajustes que sólo aumentan el número de desempleados". Además, la prolongación de la situación de paro y la falta de expectativas laborales que sufren miles de alicantinos incrementa la situación de precariedad económica de las familias. Los 43.700 hogares en los que no ya no entra ingreso alguno suponen 2.500 más que en el trimestre anterior, pero 4.800 más en relación al mismo periodo de 2011.

Sin ingresos para pagar los gastos básicos de vivienda (hipoteca), manutención de la familia (ropa, comida, medicamentos...) o los de luz, teléfono y los vinculados a colegios, el "aumento de la pobreza de los hogares alicantinos sigue sin control", advierte Roig, quien reitera que la estrategia de recortes sociales y los efectos de la reforma del mercado de trabajo están teniendo "una incidencia negativa" en las familias.

De ahí, que el sindicato reclame que ante este escenario, el Estado "debe asumir la implantación de una renta básica, tras la pérdida de las prestaciones por desempleo, que permita a las familias a subsistir". En este sentido, Salvador Roig vincula el incremento del número de hogares en los que no entran ingresos con la situación en la que se encuentran muchos desempleados alicantinos, tras agotar las prestaciones del paro, que también "han sufrido recortes al modificarse y endurecerse las condiciones para acceder a ellas para algunos colectivos", añadía el representante sindical.

Además, el empeoramiento de las condiciones de vida se refleja en los datos sobre los hogares con todos sus miembros en paro. En el tercer trimestre eran 77.800, que representan 6.000 menos que en el anterior por el efecto de la reactivación de la contratación en el turismo durante el verano. Pero, en realidad, en relación a un año antes, las familias en las que todos sus activos están sin trabajo han aumentado en 14.900.

En la actualidad, gran parte de los efectos que la crisis y el paro provocan en miles de hogares están siendo soportados "por las redes familares o de amigos", subraya Salvador Roig. Ellos son los que están paliando "esta gravísima situación, sobre todo los pensionistas, que, a pesar de la pérdida de poder adquisitivo, son el sustento de miles de familias".

224.000 parados de la Comunidad buscan un trabajo hace más de 2 años

Unos 224.000 desempleados de la Comunidad llevan más de dos años intentando encontrar un empleo y 157.400 establecen el periodo de búsqueda entre uno y dos años. Estos son otros de los indicadores que reflejan la última Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año, que también revelan que son 268.000 los parados autonómicos que llevan entregando "currículum" en las empresas para intentar reincorporarse al mercado laboral desde hace menos de un año. Con estos abultados datos, el número de desocupados que en el tercer trimestre logró un puesto de trabajo se reduce a 52.800. Esta cifra es algo superior a los 42.200 que en el mismo trimestre de 2009 encontraron un trabajo. Sin embargo, el número de personas que invierten más de dos años en buscar un empleo se dispara en relación a 2009, en que la EPA reflejaba un total de 46.900 parados de la Comunidad, según CC OO. A nivel general, al cierre del pasado mes de septiembre el paro afectaba a más de 700.000 personas en la autonomía.

El impacto de la crisis en las familias de la Comunidad Valenciana