SabadellCAM ha decidido sacar la artillería pesada para defender su pasivo y conseguir que los clientes que retiraron fondos de la entidad por los escándalos y la nefasta gestión de sus anteriores responsables, especialmente aquellos que se vieron afectados por productos como las cuotas participativas o las participaciones preferentes, vuelvan a confiar en ella y reintegren al menos parte del dinero que se llevaron. La tarea no es nada fácil y por eso el grupo catalán ha decidido tirar de chequera y está ofreciendo a este colectivo un depósito a 18 meses con un 6% de interés, una cifra que supone romper el mercado y que supera con mucho las ofertas más competitivas que había hasta la fecha, que rondaban el 4,5% y en plazos más cortos.

El nuevo depósito, que ya se está comercializando en las sucursales de SabadellCAM desde principios de esta semana, tiene además otra característica especial: no tiene penalización por cancelación anticipada, por lo que funciona en realidad casi como una cuenta remunerada. En principio estará disponible hasta fin de mes pero no se descarta prorrogarlo si tiene éxito.

Hasta ahora las acciones emprendidas por el grupo catalán con los propietarios de preferentes y cuotas se había dirigido a compensar a estos clientes para que recuperaran al menos parte de lo que habían invertido en estos productos. Para ello se canjearon las preferentes por acciones del Sabadell y en el caso de las cuotas se ofrecieron diferentes opciones en función del perfil del cliente, una campaña que se dieron por finalizadas el pasado 4 de octubre.

Ahora el objetivo es distinto. Lo que se pretende es que estos clientes destierren definitivamente los reparos que aún tienen hacia la entidad y que empiecen a traer de vuelta los fondos que se llevaron. En este sentido, una de las cosas que más sorprendió a los nuevos responsables del ahora Banco CAM es que, a pesar de la debacle sufrida, la base de clientes no se resintió excesivamente -se calcula que se marcharon unos 100.000 de los aproximadamente tres millones de clientes que tenía Caja Mediterráneo- pero éstos sí retiraron una gran cantidad de fondos ante el temor a perderlos.

En concreto, entre 2011 y 2012 se esfumaron más de 6.500 millones de las cuentas de la entidad, una situación que sólo se frenó cuando el Sabadell tomó definitivamente las riendas del negocio. Esto es lo que da esperanzas a los nuevos gestores, que piensan que son estos impositores que siguieron vinculados a la CAM a pesar de todo los que más pueden contribuir a reflotarla.

Sólo para clientes

De hecho, el depósito al 6% no está disponible para los nuevos clientes ya que, como explican desde la propia entidad, la intención no es utilizarlo para "robar" impositores a otras entidades. Para eso ya confían en el Depósito Mediterráneo, de contratación exclusiva a través de internet, que también se sitúa entre los más rentables del mercado con un interés del 4,25% y que el grupo utiliza para defender sus posiciones en la llamada "guerra del pasivo", que enfrenta a todo en el sector en una cruenta batalla por la captación de fondos de particulares.

Tanto en un caso como en otro, lo cierto es que estas ofertas son posibles gracias a que el Gobierno decidió suprimir la penalización que el anterior ejecutivo puso a los depósitos de alta remuneración, precisamente, para evitar que los bancos se desangraran en una lucha sin cuartel. Sin embargo, esta prohibición estaba beneficiando a las entidades de mayores dimensiones -BBVA, Santander o La Caixa-, que son las que tienen más facilidad para conseguir el dinero que necesitan en los mercados mayoristas, y perjudicaba a las entidades de tamaño medio, más dependientes del segmento minorista.

Se calcula que entre propietarios de cuotas y de preferentes de la CAM suman casi 130.000 personas.

El Popular también recurre al gancho de los depósitos para su ampliación de capital

SabadellCAM no es la única entidad que recurre a los depósitos de alta remuneración para premiar a sus clientes o, en este caso, a sus futuros inversores. El Banco Popular acaba de lanzar un depósito y una cuenta remunerada ambos al 8% de interés destinada exclusivamente a quienes acudan a la ampliación de capital de hasta 2.500 millones que la entidad presidida por Ángel Ron debe realizar para cubrir las necesidades de capital detectadas por la auditoría de Oliver Wyman. En realidad no es un depósito propiamente dicho ya que en él sólo se puede invertir el dinero que luego servirá para comprar las nuevas acciones del banco y por un periodo muy limitado: hasta que se produzca la emisión de los nuevos títulos. Se trata de una forma de asegurarse que los inversores no sienten la tentación de llevarse el dinero a otra entidad y no lo tengan disponible cuando se produzca la ampliación de capital.