La integración de la CAM y el Banco Sabadell conllevará el cierre de alrededor de 300 oficinas de ambas entidades, según avanzó ayer el consejero delegado del grupo catalán, Jaume Guardiola, que sin embargo no pudo cuantificar el impacto que tendrá la operación sobre el empleo. Entre otras cosas, porque el Sabadell todavía no tiene claro el tamaño del centro operativo que tomará el relevo a los actuales servicios centrales de CAM en Alicante, que perderán parte de sus funciones en favor de la sede central de Barcelona pero también podrían gestionar alguna división del negocio para todo el grupo.

Un día después de que el Banco de España anunciase la adjudicación de la caja alicantina por el precio simbólico de un euro y con 5.249 millones en ayudas iniciales para su saneamiento, la plana mayor del Sabadell -con Guardiola y el presidente del grupo, Josep Oliu, a la cabeza- compareció en rueda de prensa para explicar la operación, defender su viabilidad y dar algunas pistas sobre sus planes de futuro. Así, los ejecutivos señalaron que los ahorros de costes que se conseguirán con la integración mejorarán en más de 300 millones de euros anuales la cuenta de resultados conjunta pero para ello serán necesarios algunos ajustes.

Además de la integración de las operativas, lo que para el Sabadell ya supone casi una rutina dado su extenso currículum de fusiones, el principal ahorro vendrá por el recorte de sucursales. El consejero delegado señaló que, en un primer análisis y a pesar del relativamente escaso solapamiento entre las redes de ambas entidades, se habían detectado "alrededor de 300 oficinas" que podían resultar redundantes. Esto supone casi el 15% del total de establecimientos que suma el nuevo grupo -939 de CAM y 1.340 del Sabadell-.

Aunque es de prever que la mayoría de los cierres pertenezcan a la red de la antigua caja alicantina, Jaume Guardiola señaló que se analizará "caso por caso" la opción más rentable, por lo que una parte de los mismos será de oficinas del Sabadell. También dejó claro que las clausuras se concentrarán fuera de lo que denominó los "territorios centrales" de CAM, es decir, la Comunidad Valenciana y Murcia. En estas zonas, sin embargo, el grupo quiere mantener la abrumadora cuota de mercado que todavía tiene la entidad alicantina y que supone uno de sus mayores atractivos.

No en vano, la penetración de CAM en Alicante o Murcia llega al 45%, lo que supone que de cada 100 usuarios de banca en estas provincias 45 son clientes de la antigua Caja Mediterráneo, aunque no necesariamente en exclusiva. Igualmente en Valencia la tasa llega al 20%. En el caso de las pymes alicantinas, el nuevo grupo tendrá un 60% de penetración. "Es un franquicia muy enraizada, lo que le da un valor subyacente muy elevado, más allá de las eventualidades que haya sufrido en los últimos años", señaló Josep Oliu.

Sin embargo, ni éste ni el consejero delegado quisieron aventurar una cifra sobre el recorte de personal que será necesario, aunque durante la subasta se habló de entre 800 y 1.000 bajas. Uno de los motivos es que todavía no se ha decidido las dimensiones que tendrá el centro operativo que quedará en Alicante y que sustituirá a los actuales servicios centrales de la CAM. Su tamaño se reducirá al pasar muchas de sus funciones a la central del grupo en Barcelona, pero desde el edificio de Óscar Esplá podrían gestionarse algunas divisiones de negocio para todo el grupo. Por ejemplo, es muy probable que Alicante se encargue el departamento de Particulares, en el que CAM aporta la mayoría de clientes, según afirmó Miquel Montes, actual director general adjunto de Operaciones del Sabadell y que será el nuevo hombre fuerte que se encargará de comandar la CAM.

Bajas pactadas

Al respecto, Montes no quiso comprometerse a que las bajas se realicen exclusivamente mediante prejubilaciones, como han exigido los sindicatos de la caja alicantina, ya que la identidad de los afectados dependerá de los departamentos que sufran recortes. No obstante, "intentaremos, como siempre hemos hecho, que sean bajas incentivadas y con el menor impacto posible", para lo que se comprometió a negociar el marco adecuado con los representantes de la plantilla.

El presidente del Banco Sabadell insistió durante su comparecencia en que todos los posibles "riesgos" de quedarse con la CAM "están neutralizados por el sistema de protección establecido" y recordó que fueron más de 150 personas las que estuvieron revisando las cuentas de la antigua caja antes de formular la oferta. Dicho sistema incluye una inyección de capital de 5.249 millones para sanear el balance de la entidad antes de su traspaso al Sabadell, la cobertura del 80% de las posibles pérdidas de una cartera de activos de 24.600 millones y garantías de liquidez para los próximos diez años.

Igualmente, Josep Oliu también confirmó que la denominación Sabadell-CAM es la que se baraja como más probable para denominar a la red de la entidad alicantina que seguirá operando de forma independiente. "Hemos encargado estudios pero, por la trayectoria de esta casa se puede usted imaginar el nombre", bromeó el banquero catalán.

Oliu espera que la entidad dé beneficios el próximo año

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, confía plenamente en la capacidad de su equipo para enderezar la situación de la CAM hasta el punto de que ayer aseguró que la entidad podría volver a dar beneficios ya el próximo año, aunque no quiso extenderse sobre el tema. Oliu reconoció que se trata de "una operación dura, que nos va a ocupar durante los próximos dos años, lo que probablemente ha provocado que otras entidades, mirando más allá de nuestras fronteras, hayan preferido no acudir" a la subasta. El banquero recordó, no obstante, que encontrar una solución para la CAM era crucial y que su adjudicación al Sabadell no sólo beneficia a ambos, sino que reduce el riesgo de todo el sistema financiero español. "El Banco CAM no tenía futuro y no se sabía dónde podía terminar", señaló Oliu. Por su parte, el consejero delegado del grupo, Jaume Guardiola, apuntó que lo principal en estos momentos es "trasladar un ambiente de normalidad a la red de la CAM, que lleva muchos meses soportando una situación muy tensa". Igualmente, ambos directivos afirmaron que se hará "lo posible" para recuperar la confianza de los clientes y que regresen aquellos que decidieron abandonar la entidad. d.n. alicante