La Generalitat reclamó ayer apoyo al Gobierno de España para poder colocar emisiones de deuda y garantizar, de esa manera, liquidez para afrontar sus pagos. Durante su intervención en las Cortes, el titular de Hacienda, José Manuel Vela, alertó de consencuencias "devastadoras" en el caso de que, finalmente, la Comunidad no logre el respaldo del Estado. Vela adelantó que los presupuestos de 2012, a entregar en el parlamento antes de que finalice el mes de octubre, serán los de la "austeridad, el ahorro y el ajuste" y se marcó como objetivo no gastar más de lo que, en realidad, la administración autonómica ingrese. "Aspiro al equilibrio", según adelantó el conseller de Hacienda.

A medio plazo, en opinión de José Manuel Vela, hay que ser capaces de presupuestar sin deuda y gastar sólo aquello que se ingrese, "no más", con el objetivo de alcanzar "de una vez por todas el equilibrio presupuestario". El titular de Hacienda invitó a la oposición a pactar un modelo de financiación autonómica que legitime la necesidad de exigir un nuevo modelo de financiación autonómica. "Con otro sistema, hubiéramos cobrado el Fondo de Competitividad y nuestra deuda con los proveedores se habría reducido en un 25%", apuntó el conseller desde la tribuna. Vela adelantó que los presupuestos de la Generalitat para 2012 "se escribirán con A de austeridad, con A de ahorro y con A de ajuste" y garantizó que, en ningún caso, contempla un incremento de la presión fiscal.

En todo caso, Vela sí garantizó que el Consell tratará de mantener el actual nivel de prestaciones sociales. "No apoyaré ninguna medida que suponga un paso atrás en la educación, la sanidad y los servicios sociales públicos", aseguró el titular de Hacienda en su "cara a cara" con los grupos de la oposición. Pese a la crisis que condicionará de forma "decisiva" la política presupuestaria, el conseller se confesó "optimista" y exigió al Gobierno un sistema para que las autonomías puedan colocar o renovar deuda. Vela alertó, de hecho, de que en lo que va de año la Comunidad ha dejado de renovar 780 millones -que habrían reducido un 30 % la deuda con proveedores- y "no va a ser posible seguir soportando la no renovación de operaciones existentes". En este sentido, el Gobierno mantuvo ayer un encuentro en Madrid con diferentes autonomías -aquellas que no cumplen con el déficit, entre ellas la Comunidad- y no descartó que se tengan que ajustar los planes de reequilibrio para poder garantizar que se mantienen los objetivos.

La oposición, por su parte, exigió un "cambio de rumbo" para sanear las finanzas de una Generalitat "cargada de deudas", en la que se han alimentado grandes proyectos "ruinosos mientras los proveedores no cobran". El socialista Julián López denunció que la política de "derroche" ha llegado a generar tantas deudas y compromisos de gasto que "ha llenado los bolsillos" de la Generalitat de unos "agujeros" que no hay modelo de financiación que pueda llenarlos. "Nunca nos sentaremos a pactar con cartas boca abajo", dijo sobre un posible acuerdo. Enric Morera, síndic de Compromís, pidió acabar con el "enchufismo" en el Consell consideró que una financiación "injusta" unida a un "mal gobierno" ha generado una situación "catastrófica". Ignacio Blanco, de EU, alertó de la dificultad para poder reducir el déficit público.

Escasa demanda en los pagarés del IVF

El Instituto Valenciano de Finanzas apenas logró colocar 173.000 euros en la última subasta minorista de pagarés a doce meses pese a ofrecer una de su mayores rentabilidades históricas, el 4 %. La falta de liquidez de los inversores, la ausencia de confianza, la escasa publicidad que realiza el IVF de este tipo de emisiones o las tres cosas a la vez parecen haber influido en que los inversores particulares sólo comprasen 173 pagarés de 1.000 euros pese a que la entidad realizó el pasado cinco septiembre un convocatoria de hasta dos millones de euros. Fuentes de la conselleria de Economía explicaron que el porcentaje de colocación ha sido el habitual para este tipo de operaciones. Sin embargo hasta ahora los pagarés para el tramo minorista no habían alcanzado tan alta rentabilidad. v. r.