El próximo mes de enero de 2012 se eliminará la devolución del impuesto sobre hidrocarburos que soporta el sector del transporte por carretera, tanto de mercancías como de pasajeros. Se eliminará entonces la bonificación fiscal por el consumo de gasóleo profesional -aunque se mantendrá en la agricultura, ganadería y pesca- y por eso las empresas comienzan a hacer cuentas y advierten de la pérdida de competitividad futura en sus cuentas de explotación debido al incremento de costes, según explica el presidente de la Federación Valenciana de Empresas del Transporte y la Logística (Fvet), Francisco Corell. Estos cambios en la fiscalidad de los carburantes responden a modificaciones en el tratamiento fiscal de los distintos gasóleos en la Unión Europea (UE).

Según el observatorio de costes del Ministerio de Fomento, un vehículo articulado de carga general recorre 120.000 km por año, y consume 38,5 litros por cada 100 kilómetros. Con esos datos como referencia, si multiplicamos por 2,8 céntimos de euro -el recargo por la desaparición del gasóleo profesional?- cada vehículo verá incrementado sus costes alrededor de 1.293,6 euros al año año.

La patronal considera "injustificada y desproporcionada" la supresión del gasóleo profesional, según Corell, pondrá en peligro la viabilidad de muchas compañías. Al respecto, el dirigente empresarial apunta que este incremento se sumará a la euroviñeta, la tasa que pagarán los camiones por usar las autovías en determinados países.