En uno de los días de mayor presión sobre la deuda española en el que la prima de riesgo rozaba la zona de rescate, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó a la Unión Europea (UE) y al Banco Central Europeo (BCE) una solución "inmediata" para hacer frente a la crisis económica internacional porque, a su juicio, "Europa es la respuesta para volver a la estabilidad". En un acto electoral del PSOE en Soria, Zapatero recordó que el problema del sistema financiero no se arregla cambiando los gobiernos, "sino que tiene que haber un gobierno europeo que tome decisiones para todos".

"Hace falta un Banco Central Europeo que lo sea en efecto y defienda la moneda común y los países de la moneda común", reivindicó. Igualmente, subrayó que España ha resistido y va a resistir haciendo esfuerzos de reducción del déficit "pero manteniendo los pilares de la cohesión social, como pocos países han sido capaces de hacerlo". En su opinión, Alemania y Francia deben ser conscientes de que si el conjunto de la zona euro sigue con esa tensión terminará afectando a todos.

Por su parte, la vicepresidenta española de Economía, Elena Salgado, aseguraba poco después de que la prima de riesgo se encaminara hasta los 500 puntos básicos que España no necesita ser rescatada y que la sostenibilidad de la deuda española está "fuera de toda duda", al tiempo que atribuyó al "nerviosismo" de los mercados el origen de las dudas suscitadas sobre España. En declaraciones a la Cadena Ser, Salgado se refirió a los altos intereses que tuvo que aplicar España en la emisión de obligaciones celebrada ayer, y recordó que los Presupuestos Generales del Estado contemplan 27.000 millones para hacer frente a los compromisos de deuda, de los que finalmente se van a gastar sólo 24.000.

La ministra también indicó que los ataques sistemáticos que padece la deuda soberana española son similares a los que ya han sufrido otros países como Italia, Francia o Bélgica, y apuntó que la solución debe ser una acción "coordinada por parte de todos". Y en lo que respecta a la intervención del Banco Central Europeo (BCE), Salgado admitió que comprende las reticencias de la canciller alemana sobre el papel del organismo como comprador de última instancia de deuda soberana. Es cierto, dijo, que si el BCE interviene con más profundidad, algunos países podrían relajar su calendario de reformas, que España "está cumpliendo" de una manera decidida.

Aunque también aclaró que es necesario poner en marcha un instrumento que pueda sustituir la acción del BCE, con lo que "nadie se opondría a que el organismo tuviera mientras tanto una acción decidida". En cuanto al futuro de la moneda única europea, incidió en que no está en peligro.

La patronal pide al futuro Gobierno "medidas drásticas"

El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, reclamó ayer medidas "drásticas e inmediatas" al próximo Ejecutivo, "convencido" de que ante la gravedad del momento el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, hará "lo que le pidan" hasta la investidura de su sucesor. Fernández cree que si el candidato del PP gana las elecciones "se restablecerá la confianza de los mercados, que ahora está muy deteriorada", aunque también advirtió, en rueda de prensa, de que "Mariano Rajoy no es la Virgen de Lourdes", por lo que la economía no se arreglará el día 21. Fernández evitó pedir el voto para el PP y criticar con dureza la gestión del presidente del Gobierno, a quien sí reprochó no ser "mucho más contundente" en las reformas. EFE