Vicente Boluda (Valencia, 1955) es uno de los pocos empresarios valencianos con auténtico peso en España. Un dato lo ilustra de forma palmaria: El armador y presidente de Boluda Corporación Marítima es propietario de la mayor flota personal de Europa, con ramificaciones en África y América. Levantinista de pro, fue durante unos meses presidente del Real Madrid y, desde enero de este año, es el máximo responsable de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).

Los españoles llevamos al menos dos años de grandes sacrificios. La presión de los mercados no cesa y se avecinan más recortes. ¿Qué parte del Estado de bienestar peligra?

Si hacemos las cosas bien, no peligrará ninguna. Lo que no podemos permitirnos son alegrías y habrá que recortar en todo lo superfluo, apretarnos el cinturón y ajustarnos a lo que viene y al dinero que tenemos. El Estado de bienestar no tiene por qué fracasar, lo que hay que intentar es hacerlo sostenible.

¿Recortes en las grandes partidas, como la sanidad y la educación?

Hay que poner medidas que racionalicen el gasto. Por ejemplo, en Valencia, se gastan 500 millones de euros al mes en alimentación y 350 millones en productos farmacéuticos. Eso no es posible. Habrá que racionalizar ese gasto. ¿Cómo?, pues con una tasa sanitaria, que no tiene afán recaudatorio, sino disuasorio. No puede ser que el 80% de las urgencias de los hospitales no lo sean, sino constipados y cosas así, que lo que hacen es que los recursos que tienes se desvíen para donde no está en su función. Más copago en la educación universitaria, que es fundamental, pero para quien la aproveche. Ocho mil euros nos cuesta un estudiante al año. No paga más que novecientos o mil y encima me parece caro. Coste cero para el que lo aproveche y si encima saca matrículas y es un fenómeno habrá que darle dinero para que pueda compatibilizar el estudio con su vida, pero el que no aprueba y está diez años... ¿por qué de mis impuestos se tiene que llevar ocho mil euros? No, no, que se lo pague.

Hay una cierta expectativa en algunos, sobre todo los votantes del PP, de que si este partido gana las elecciones, prácticamente estamos en vías de salvación. ¿Comparte esas esperanzas?

No. El partido que gane... No sé si será el PP o el PSOE, porque las estadísticas me hacen mucha gracia: en 2004 iba a ganar Rajoy de calle y no ganó. El próximo Gobierno va a tener que trabajar muy duro y lo va a tener muy difícil y va a tener que tomar medidas muy impopulares y va a tener que recortar mucho y que gestionar de verdad con crudeza. Sea el que sea. Aquí no hay ningún mago que te vaya a salvar de nada.

¿Quiere decir con eso que casi es indiferente conocer los programas económicos de los grandes partidos?

El 90% de los programas económicos de los dos partidos será el mismo, porque no tienen otra posibilidad. Estás en Europa y lo que no hagas te lo van a mandar de Europa. Sí podrás mejorar en algunas reformas, como la laboral o la del sistema tributario. Podrás hacer tus pinitos y hacerlo mejor o peor, pero el 80% o el 90% será igual.

¿Qué puede hacer el nuevo Gobierno, sea del partido que sea, cuando a la vista está que la solución a esta crisis se encuentra exclusivamente en Europa?

La solución es europea, pero habrá que aplicarla.

Eso es lo que ha hecho Zapatero en el último año y medio.

No. Zapatero hizo una reforma laboral que no es tal. No es profunda ni sirve para nada. Lo único que ha hecho es lo de la Constitución, poner límites a las autonomías, porque se lo han pedido desde Alemania. Igual que ahora con el Impuesto del Patrimonio. No digo que no tenga que haber, lo que digo es que debe hacerse una reforma integral. No podemos andar con parches. Y las otras reformas...No han hecho nada. En este país no se ha hecho prácticamente nada.

Ha habido reforma laboral, del sistema financiero, de la negociación colectiva. ¿Qué cree usted que se debería haber hecho para que pudiera considerarlas como auténticas reformas?

Una reforma laboral mucho más profunda. El mercado laboral no puede ser tan estrecho. Debe ser más flexible, si no, no se crearán puestos de trabajo. Hoy coger a un trabajador parece un drama.

¿Hay que facilitar tanto la entrada como la salida de trabajadores?

Correcto. Menos contratos temporales, más contratos fijos con más facilidad para salir y entrar. Hay que reformar el sistema jurídico del derecho laboral. No puede haber 72 recursos. La justicia laboral es gratis y puedes estar recurriendo hasta el Supremo. No puede ser.

¿La Administración es otro ámbito irrenunciable de reforma?

Hay que agilizarla. La Administración española es un dinosaurio. Entras en un juzgado y no puede ser: tantos papeles, papeles por el suelo... ¡Vamos en manguitos! Hay que modernizarlo.

¿Racionalizar también el empleo público?

Debería existir la posibilidad de transferir funcionarios entre administraciones. Si en el Puerto faltan quince funcionarios, pueden ser transferidos desde la Generalitat si le sobran o al revés. ¿Por qué un funcionario de sanidad sólo puede trabajar en sanidad?

¿Cuáles son en su opinión esas dos o tres medidas urgentes que debe aplicar el nuevo Gobierno para aplacar a los mercados?

Con mucha rapidez, la reforma del sistema sanitario, con la introducción de una tasa sanitaria; reformar el mercado laboral y, sobre todo, que todas estas cosas pasen por un pacto de Estado, como se ha hecho otras veces en este país. Es tan dramática la situación, mucho más de lo que la gente cree u opina, que requiere de un pacto nacional entre todos.

¿Hasta qué punto es dramática la situación?

Hasta el punto de que mañana no pueda haber dinero ni para pagar a los funcionarios o ni para comprar gasolina.

¿Se impondrán el cortoplacismo y los nacionalismos en la eurozona a la salvación del euro?

No creo. Al euro nos ha costado muchísimo llegar. Sería un descalabro total. Además, los más perjudicados serían los más beneficiados por el euro, como Alemania, y no les interesa que el euro desaparezca.

¿Asistimos a la decadencia de Occidente?

No. Lo que pasa es que tendremos que poner alguna que otra regla y controlar a algún que otro espabilado. Habrá que poner unas normas rígidas a los mercados financieros y con mucho más control, para que no nos vuelvan a meter en otra como esta.

Su grupo empresarial opera en medio mundo. ¿Percibe esa recaída en la recesión que dicen que se avecina?

Está ya aquí, lo que pasa es que en unos sitios se nota mucho y en otros, no. En África no se nota ni se notará. En Latinoamérica han conseguido salir y en otros países como Francia han tenido una intención de salida muy buena, veremos si la continuarán. España está muy por debajo. La recesión, si es que hay en términos virulentos, otra cosa es que sea ligera, va a estar concentrada en Europa, sobre todo en el sur, aunque algunos del norte, como Bélgica, ya empiezan.

Los políticos han pasado de aplicar políticas expansivas de espíritu keynesiano a las actuales de máxima austeridad, que según todos los indicios van a provocar un freno en el crecimiento.

Creo que no es buena una cosa ni la otra. Ahora debería haber más inversión pública y mucho menos gasto público.

¿Por qué aún no se ha oído a ninguna gran fortuna española -ni valenciana- ofrecerse, como en Francia y Estados Unidos, a pagar más dinero para contribuir a solventar la crisis?.

Igual ya pagan más dinero o no hay grandes fortunas del mismo calibre, no lo sé. O somos diferentes los españoles. Yo considero que el que más gana más debe pagar. Es justo repartir la riqueza.

Los empresarios siempre han tenido a gala el estar muy próximos a la realidad económica. ¿Por qué hasta ahora no han alzado la voz ante los despilfarros de los sucesivos gobiernos valencianos?

AVE lleva desde 2008 levantando la voz.

Me refería a antes de ese año.

Antes hemos vivido todos en una burbuja, que es la que ha hecho que el gasto se desmadrara, y nadie se dio cuenta hasta que ha llegado el primer batacazo. El despilfarro es autonómico y nacional, familiar y en las empresas.

¿Es extremo afirmar que no se quejaban porque tanto proyecto faraónico les supuso grandes beneficios y ahora exigen austeridad porque la administración no tiene dinero para pagarles?

Tanto proyecto faraónico habrá beneficiado a unos cuantos. Yo le hablo de la empresa en general. No creo que le haya beneficiado a Mercadona, por darle un ejemplo. Si no se podían hacer esos proyectos no había que haberlos hecho.

Parecen ustedes bastante satisfechos con el relevo de Francisco Camps por Alberto Fabra, ¿es así?

Ni satisfechos ni no satisfechos. Francisco Camps nos parecía un buen presidente, quizás en su última etapa absorbido por el problema personal que tenía, que le absorbía excesivos pensamientos y tiempos,y Alberto Fabra nos parece que puede ser un buen presidente porque madera tiene. Además, tiene la ventaja de que puede dedicar el 100% de su mente a gobernar y no tiene que estar pensando en otra cosa.