La central de compras, uno de los últimos proyectos de ahorro que impulsó el anterior equipo de gobierno de la Diputación, podría ser historia en las próximas semanas. El diputado de Economía y Hacienda, César Augusto Asencio, dudó ayer de su viabilidad después de que haya quedado desierto el concurso público para adjudicar el suministro eléctrico a un conglomerado de municipios alicantinos. El pasado 3 de marzo se licitó esa actuación y finalmente sólo se presentó una oferta. Iberdrola se mostró interesada, pero impuso una serie de condiciones que no se ajustaban a la Ley de Contratos del Estado, según explicó Asencio.

Esas exigencias de la eléctrica obligaron a que el pasado 29 de junio se declarara desierto el concurso y, por ende, la iniciativa quedara aplazada. "La central de compras será viable en la medida en que sea viable este expediente concreto", sentenció ayer el también vicepresidente segundo de la Diputación.

El equipo de gobierno también ha considerado que antes de poner en marcha la central de compras en otras áreas, es necesario resolver "este expediente estrella", dado que el consumo eléctrico de los ayuntamientos es una de las principales partidas de gasto.

El objetivo prioritario de esta iniciativa pasa por reducir el coste de determinados servicios que ofrecen y pagan los ayuntamientos alicantinos. La Diputación actúa como intermediaria y tenía previsto sacar a concurso todos aquellos pliegos que pudieran beneficiar a las localidades. El fin último es que los consistorios no negocien directamente el precio de esos servicios, sino que lo haga la institución. Así se pueden conseguir rebajas "considerables", según admitió Asencio, siempre y cuando no surjan imprevistos como el de la licitación del suministro eléctrico.