Las actividades irregulares del agente bursátil de UBS, que han supuesto un agujero financiero para las cuentas del banco de 1.450 millones de euros, han calado hondo en Suiza, donde la reputación del sistema financiero hace agua. En un país que basa buena parte de su reputación internacional y su solidez económica en un sistema bancario serio y fiable, la noticia de que un bróker pudo perder 2.000 millones de francos y situar en pérdidas al mayor banco del país ha sido un duro golpe.

El sistema financiero representa el 10 % del Producto Interior Bruto (PIB) de este país y da empleo a casi 200.000 personas, y su histórica solidez, junto al anonimato que proporciona el principio del secreto bancario, sigue atrayendo a fortunas de medio mundo.

Hasta ahora, la imagen del sector ante los ciudadanos era muy buena, pero episodios como este han cambiado drásticamente la tendencia y UBS se ha convertido en la imagen de la falta de responsabilidad de los banqueros. "La reacción que he visto entre los suizos ha sido, primero de asombro, y después de tristeza", afirmó Arturo Bris, profesor de Finanzas de la escuela de negocios IMD en Lausana. Según Bris, "la credibilidad de UBS no podía estar en un punto más bajo, dado lo ocurrido en los últimos años (fuertes pérdidas y entrega de datos bancarios a EEUU) y el reciente anuncio de recorte de gastos y despidos (3.500 de sus 65.700 empleados)".

La crítica general es que los bancos sigan actuando con los mismos comportamientos que provocaron la crisis de 2008, que precisó de inversiones multimillonarias del dinero público para evitar una quiebra total del sistema, y se reprocha a los gobernantes que no hayan hecho lo suficiente para evitar que se repita. La duda se plantea también sobre el grado de complicidad que existió en el seno del banco hacia las actividades del agente bursátil de UBS, y sobre un sistema de control de riesgos, que en este caso ha demostrado ser deficiente, e incluso inexistente. Hay que recordar que UBS tiene el mayor parqué de operaciones del mundo, con 1,6 millones de transacciones por día: "en un sistema tan enorme, es posible que se dé un fallo de control".

En este sentido, consideró que el banco "aprendió de sus errores de 2008", cuando se vio afectado por la crisis de las hipotecas "subprime", y que desde entonces "ha mejorado tremendamente en sus prácticas de gestión", separando banca de inversión y minorista.

Las agencias revisan la calificación

Por otra parte, las agencias de calificación Standard & Poor's y Fitch anunciaron ayer que han colocado bajo vigilancia con implicaciones negativas al banco suizo, tras salir a la luz el fraude. La primera firma señaló que el agujero financiero que provocó esa actuación ilegal constituye un retroceso en "los esfuerzos de UBS por rehabilitar su reputación". De la misma opinión fueron los analistas de Fitch y de Moody's, que agregaron que la puesta bajo vigilancia responde a la preocupación por el control de riesgos.

El bróker lloró al declarar en el juzgado

Kwaku Adoboli, acusado de defraudar al banco suizo UBS, compareció ayer ante un tribunal de Londres que ordenó que permanezca detenido hasta el día 22, cuando se celebrará la próxima vista, en la que se decidirá si se prorroga la detención. El intermediario financiero, que rompió a llorar durante la audiencia, fue arrestado el jueves en la capital británica como sospechoso de generar un "agujero" de 1.456 millones de euros en las cuentas del banco suizo por operaciones no autorizadas. Adoboli, nacido en Ghana, vivía desde hace años en el Reino Unido. Compareció ayer vez ante la Corte de Magistrados de la City de Londres, donde se le acusó formalmente de un delito de fraude y dos de falsa contabilidad, uno de ellos cometido en 2008. El broker fue descubierto tras informar él mismo a sus compañeros de trabajo de lo que hizo. efelondres