Cuando los sindicatos negociaban, a finales del año pasado, las condiciones de las prejubilaciones que se iban a aplicar en el entonces Banco Base -y que ahora rigen en la CAM- ya eran conscientes de la suerte que tendrían los que pudieran acogerse al proceso. Dificilmente, tras la crisis económica y la increíble transformación del sector, las regulaciones de empleo volverán a ser tan benévolas. Sin embargo, lo que seguramente desconocían es que la cúpula de la entidad iba a resultar la más beneficiada.

Han sido seis los directivos que, hasta el momento, han abandonado la entidad y sus indemnizaciones -alrededor de 15 millones de euros- suman lo mismo que las de 70 trabajadores de "a pie". O lo que es lo mismo, sólo estas seis personas han consumido el cerca del 8% de todo el presupuesto (200 millones de euros) que tiene la entidad para prejubilar a un total de 853 trabajadores que superar los 55 años de edad.

El que se ha llevado el pellizco más suculento es el anterior director general de la caja, Roberto López Abad, que se embolsó unos cinco millones de euros brutos, lo que supone unos 3,8 millones netos, tal y como adelantó INFORMACIÓN el pasado 23 de julio. Por su parte, el director general adjunto, Agustín Llorca; el director general de Participaciones Empresariales, Joaquín Meseguer;, el de Recursos, Vicente Soriano; el de Inversiones Inmobiliarias, Daniel Gil; y el director territorial de la zona norte, Gabriel Sagristá, recibieron cada uno alrededor de dos millones de euros brutos.

En teoría, el sistema utilizado para calcular las indemnizaciones es el mismo para todos los empleados de la caja, la diferencia está en el sueldo que cada uno percibía. Según lo pactado con los sindicatos, cada prejubilado tiene derecho a recibir el 80% de su salario bruto (siempre que se sitúe entre el 90% y el 95% del sueldo neto del último año) multiplicado por los años que le queden hasta cumplir los 64 años y descontados los dos años que cobrarán del paro.

"Se supone que es para todos igual, pero no hay forma de saber si se han hecho bien los números porque el salario es confidencial", apuntan desde Sicam. En este sentido, excluidos los directivos, el importe medio de las indemnizaciones es de 218.000 euros brutos, una cifra bastante menor, y una parte considerable apenas supera los 100.000 euros.

Por su parte, desde CC OO exigieron ayer que se devuelvan estas indemnizaciones "millonarias" que, a su juicio, se han cobrado de "forma irregular" y que los administradores del FROB despida a los directivos que aún siguen trabajando en la entidad alicantina.

Por su parte, desde UGT exigieron conocer la verdad de lo que ha ocurrido en la caja y que se depuren las posibles responsabilidades. "Si lo que está saliendo en prensa es cierto, los directivos han estado jugando con el pan de más de 6.000 familias", se lamentaban ayer desde esta formación.