España es el país de la Unión Europea que más fondos recibió del presupuesto comunitario en 2010, 13.200 millones de euros, seguida de Francia (13.100 millones), Alemania (11.800) y Polonia (11.800), informó hoy la Comisión Europea.

Los máximos beneficiarios de fondos europeos por Producto Nacional Bruto (BNP) en cambio fueron Lituania (5,9 %), Estonia (5,8 %) y Luxemburgo (5,2 %), según el informe financiero anual publicado hoy por Bruselas.

"Comparar las contribuciones de los estados miembros con los fondos recibidos para evaluar los beneficios de la pertenencia a la UE es simplista y engañoso", advierte el comisario europeo de Presupuesto, Janusz Lewandowski, en un comunicado.

Según Lewandowski, este razonamiento excluye ventajas como los contratos logrados por compañías privadas en el marco de la política de cohesión, los beneficios que supone el desarrollo de infraestructuras para el funcionamiento del mercado interior, los progresos a los que conducen la investigación y la innovación y la protección al consumidor.

"El 90 % del presupuesto europeo se dedica a proyectos en los 27 Estados miembros o en socios del exterior", recordó el comisario, quien destacó la importancia de que el contribuyente sepa a dónde va a parar su dinero.

Bruselas explica además que entre 2007 y 2010 más de 25.000 millones de euros fueron invertidos en el marco del programa de Competitividad e Innovación y se crearon 338.310 empleos.

A través del séptimo programa marco para investigación y desarrollo tecnológico, más de 2.000 pymes invirtieron en investigación y desarrollo en 2010 y más de 293.000 becas de formación fueron concedidas a estudiantes o profesores.

Además, 69 millones de euros se invirtieron en seguridad nuclear, almacenamiento geológico de residuos radiactivos y protección contra la radiación, lo que representa tres veces la cantidad invertida el año precedente.

En el marco de la política de cohesión, se crearon 5.800 nuevos negocios y 115.000 empleos fueron creados o asegurados en 2010, 6.234 trabajadores se beneficiaron directamente de los fondos del Fondo Social Europeo (ESF).

Otros 300 millones de euros fueron dedicados al control de fronteras externas, libre circulación de personas dentro de la UE y gestión efectiva de cuestiones de migración.

En este contexto, la UE supervisó alrededor de 1.800 puestos fronterizos y se llevaron a cabo 20 operaciones conjuntas durante 6.471 días.