La Comisión Nacional de Energía (CNE) no entrará a analizar el pacto entre Sacyr (20%) y la petrolera mexicana Pemex (9,4%) para unir sus derechos de voto y aumentar su influencia en la gestión de Repsol. Según informó ayer la CNE, esta operación no requiere de la autorización prevista en la denominada Función 14. Repsol y su participada Gas Natural habían solicitado a la CNE que se pronunciara sobre este acuerdo en el ejercicio de la denominada Función 14. Esta función obliga a pedir autorización cuando sociedades no comunitarias adquieran participaciones superiores al 20%, o inferiores si dan influencia significativa, en empresas que directamente, o a través de otras de sus grupos, desarrollen actividades reguladas.

Esta decisión se produce un día después de que el consejo de Repsol aprobara varias medidas para neutralizar el pacto con el que dos de sus accionistas, la constructora Sacyr (20%) y la petrolera mexicana Pemex (9,4%), quieren aumentar su influencia en la gestión de la petrolera que preside Antonio Brufau. Los dos accionistas reaccionaron con una oposición frontal y anunciaron su intención de impugnar los acuerdos e iniciar una batalla legal si lo consideran necesario. El consejo de ayer era el primero desde que Sacyr y Pemex anunciaran su alianza y se saldó con un apoyo mayoritario a la gestión de Brufau y su equipo, y una serie de modificaciones que dificultan la permanencia en el máximo órgano de la petrolera de ambos accionistas. Los cambios en el reglamento hacen referencia a la obligación de no competencia de sus miembros y a las operaciones vinculadas, las que se realizan con consejeros o accionistas significativos, y blinda la nueva redacción, ya que un nuevo cambio requerirá el voto de tres cuartos del consejo.