La situación de emergencia que vive la economía griega provoca, a su vez, dos efectos que, básicamente, afectan a la economía de cada país y por ende a los ciudadanos: Por un lado el impacto que la deuda del estado griego que se impague afectaría a nuestras entidades financieras; y por otro, como saldría cada país ´a escote´ a aportar fondos para que Grecia se salve.

El primer punto no nos toca de forma directa sino más bien de forma indirecta. Y es que la banca española no tiene mucha cantidad de dinero metido en la deuda griega, con lo cual no supondrán grandes números rojos para las entidades financieras españolas y por lo tanto no repercutirá en contribuciones de dinero público que cada ciudadano pondrá de su bolsillo vía impuestos.

El segundo punto sí que nos afecta ya de una forma más directa. Como miembros de hecho y de derecho de la UE todos debemos de contribuir con fondos a ayudar a Grecia y evitar el ´default´. Eso implica que el Gobierno de España deberá dotar una partida de millones de euros considerable al fondo de rescate heleno. Claro está que no será en forma de recolecta directa ´casa por casa´ de los ciudadanos de donativos para Grecia, pero de las dos formas que se puede recaudar este dinero, la cosa nos afecta y mucho.

Bien se puede dotar una partida presupuestaria con lo cual, si lo que queremos es mantener el déficit que la UE nos obliga, o bien se reducen gastos públicos lo que deriva en recortes de las prestaciones sociales, o bien se recauda más lo que deriva en incremento de diferentes impuestos que a ´escote´ pagaremos para contribuir a la no quema griega.

Si en vez de esto se recurre a la emisión de deuda española (no entramos en los plazos) supone que para devolverla en un futuro a los compradores deberemos de pagar intereses por ello con lo cual es un coste y unos intereses que se repartirán vía cargas impositivas y todos lo veremos a no mucho tardar en nuestros impuestos religiosamente pagados año a año.

Menor acceso al crédito, más coste en el mismo, menos dinero para creación de empresas e I+D+i, mayores impuestos a pagar,… todo ese es el panorama que se nos acerca por el rescate a Grecia.