La actividad económica española mantuvo su "atonía" en el tercer trimestre del año con un crecimiento débil motivado por la evolución "desfavorable" de la demanda interna, según el último boletín económico mensual del Banco de España.

El organismo supervisor subraya que el ritmo de crecimiento del producto interior bruto (PIB) continúa en línea con la ralentización mostrada en el segundo trimestre del año, cuando en tasa intertrimestral avanzó un 0,2 %, tras el aumento del 0,4 % del primer trimestre.

Indica que el menor avance económico es reflejo de la "notable" desaceleración de la demanda nacional y de la fuerte caída del gasto público.

El Banco de España destaca que, en el tercer trimestre, el consumo privado sigue estancado como muestran algunos indicadores, como la confianza de los consumidores y comerciantes minoristas europeos, que retrocedió en julio y agosto.

Asimismo, las matriculaciones de los vehículos particulares apenas crecieron y se mantienen en niveles similares a los del año pasado, aunque ya no registran ritmos de retroceso tan fuertes como hasta junio de este año.