Los ministros de Economía de la eurozona no han logrado este viernes ningún avance para resolver la crisis de deuda y enviar una señal positiva a los mercados. Finlandia ha mantenido su veto al segundo rescate de Grecia por su exigencia de avales que garanticen su aportación en caso de impago de Atenas, y tampoco se ha desbloqueado la ayuda urgente de 8.000 millones que los griegos necesitan para no suspender pagos en octubre.

Además, los responsables europeos han desoído la presión del secretario del Tesoro estadounidense, Tim Geithner, que por primera vez y de forma insólita ha participado en una reunión del Eurogrupo, para ampliar el fondo de rescate de 440.000 millones.

El objetivo de este refuerzo, que Geithner recomienda que se haga mediante el apalancamiento y sin necesidad de incrementar la dotación total del fondo, es ofrecer garantías al mercado de que será suficiente para asistir a Italia y España. "No estamos discutiendo el incremento o la expansión del mecanismo europeo de estabilidad financiera con un Estado no miembro de la eurozona", ha zanjado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

Juncker ha admitido además "ligeras diferencias" entre la UE y EEUU sobre la estrategia a seguir en el combate contra la crisis. Frente al plan de estímulo para crear empleo propuesto por el presidente norteamericano Barak Obama, el presidente del Eurogrupo ha reiterado que "no vemos margen de maniobra en la eurozona que nos pueda permitir lanzar nuevos paquetes de estímulo fiscal". "No podemos poner en riesgo la consolidación de las finanzas públicas", ha indicado.

Por su parte, Geithner ha pedido a los responsables europeos que no sigan hablando sobre la posibilidad de la ruptura de la eurozona y que pongan fin al enfrentamiento con el Banco Central Europeo (BCE). Estas "declaraciones a la ligera", ha alertado, resultan "muy perjudiciales" y alimentan el contagio.

El presidente del Eurogrupo sí ha admitido las dificultades de la UE para hablar con una sola voz. "Tenemos que volver a la disciplina verbal porque no podemos añadir más controversia a los problemas que ya existen, así que he insistido ante mis colegas que sean lo más disciplinados posibles al expresar sus opiniones", ha reconocido.

Bloqueo finlandés

Pese a la falta de acuerdo, Juncker ha sostenido que "se han realizado progresos" sobre el aval que pide Finlandia para participar en el segundo rescate de 109.000 millones de euros para Grecia aprobado el 21 de julio. "Hemos concluido que si se proporciona colateral, se hará a un precio apropiado", ha agregado, sin dar más detalles sobre las negociaciones. El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, había dicho que esperaba un acuerdo sobre esta cuestión en el Eurogrupo de Polonia.

Ya a la entrada de la reunión, la ministra de Finanzas finlandesa, Jutta Urpilainen, había descartado un compromiso. "Desafortunadamente, no creo que podamos encontrar una solución hoy (por el viernes)", apuntó. Urpilainen ha apuntado que el pacto sobre colateral debería cerrarse antes de un mes.

El Gobierno finlandés alcanzó un acuerdo sobre esta cuestión con Atenas en agosto, según el cual el 20% de su aportación al segundo rescate quedaría retenida como aval. Pero el pacto fue vetado por Alemania porque otros países solicitaban un trato similar, lo que hubiera socavado el plan de ayuda. La solución que se está negociando supondría que los Estados que quieran aval deban pagar por él. El precio será tan elevado que sólo Finlandia querrá acogerse, según ha dicho la ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter.

Precisamente, Fekter ha vuelto a alimentar este viernes la especulación sobre una posible quiebra de Grecia. "Si se plantea una situación en que esta vía (el rescate por parte de la UE) se convierte de repente en más cara que las alternativas, tendremos que pensar en las alternativas. Pero de momento no es el caso", ha indicado a la entrada de la reunión.

Por lo que se refiere al sexto tramo de 8.000 millones del actual plan de rescate aprobado hace un año, sin el cual las autoridades griegas no podrán pagar salarios y pensiones en octubre, el Eurogrupo ha dado a entender que la nueva tasa inmobiliaria aprobada el pasado fin de semana por Atenas para recaudar 2.000 millones de euros no es suficiente para cumplir los objetivos del plan de ajuste y que serán necesarias nuevas medidas.

El comisario Rehn ni siquiera ha precisado cuándo volverán a Atenas los inspectores de la Comisión, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que deben dar su visto bueno al plan griego. "La conclusión de la revisión depende de la voluntad política del Gobierno y el parlamento griegos para cumplir los objetivos fiscales y otras condiciones. Si adoptan las medidas necesarias y cumplen las condiciones, técnicamente podemos tomar la decisión (de pagar los 8.000 millones) durante la primera mitad de octubre. Pero la pelota está en el tejado griego".

Eurobonos basura

Eso sí, Rehn ha lanzado un llamamiento a todos los países de la eurozona para que ratifiquen cuanto antes los acuerdos de la cumbre del Eurogrupo del 21 de julio sobre el segundo rescate para Grecia y los nuevos poderes para el fondo de 440.000 millones de euros, que le permitirán comprar bonos, recapitalizar bancos y dar líneas de crédito preventivas.

"Pido a los Estados miembros que lo hagan en septiembre o a principios de octubre para que podamos concluir este importante hito", ha dicho el comisario de Asuntos Económicos. Hasta ahora, sólo Francia, Bélgica, España, Italia y Luxemburgo han iniciado la ratificación, y algunos países como Austria o Eslovaquia amenazan con retrasarla más allá de octubre.

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha subrayado que el acuerdo adoptado este jueves por los principales bancos del mundo para inyectar liquidez demuestra "nuestra estrecha cooperación a nivel internacional" y ha vuelto a reclamar a los ministros de Economía que pongan en marcha las medidas necesarias para frenar la crisis.

"Es esencial que todas las decisiones adoptadas, tanto a nivel individual como colectivamente, se apliquen plenamente, de forma global y con rapidez", ha resaltado. "Todos los países -ha agregado- deben adelantarse a los acontecimientos y convencer a los observadores y a los inversores de que son creíbles y pueden inspirar confianza".

"Todo lo que oigo va en esa dirección, pero el problema no son las palabras, sino los hechos", ha insistido Trichet.

El comisario de Asuntos Económicos ha repetido que presentará en otoño distintas opciones sobre la emisión de eurobonos como respuesta a la crisis. Pero ha alertado de que esta medida debe ir acompañada de "un mayor refuerzo del gobierno económico en Europa que implique la sostenibilidad de las finanzas públicas y del crecimiento". "De lo contrario, los eurobonos se convertirán en bonos basura, y ello no beneficiará a nadie", ha apuntado.

"En la eurozona todo el mundo está desorientado", ha ironizado Juncker durante un momento de la rueda de prensa. "La Comisión no está desorientada pero desorienta", ha agregado.