El director Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Italia, Arrigo Sadun, se vio obligado ayer a rectificar después del revuelo que causaron unas declaraciones suyas en las que insinuaba la posibilidad de España e Italia necesitaran ser rescatadas. En concreto, Sadun afirmó que ambos países estaban haciendo mucho para superar la crisis, pero necesitarían apoyo internacional para evitar el contagio.

"No he dicho realmente esto. Son palabras que pueden generar mucha perplejidad y no me parece que sea lo más adecuado en este momento", agregó el directivo, durante una entrevista en un noticiero italiano.

El alto representante del FMI explicó que lo que quería decir es que se está atravesando "una crisis global y que se debe afrontar de manera nacional, pero también en colaboración con los diversas organizaciones internacionales".

"La crisis de la deuda -dijo- tiene varias dimensiones y tiene que ser afrontada a nivel nacional como están ya haciendo algunos países como Italia, Francia y España, pero también junto a otros organismos internacionales como el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI)", agregó.

Deuda con el BCE

Por otra parte ayer se conoció el balance de agosto de la deuda que las entidades europeas tienen contraída con el BCE y que aumentó en un 34% en relación al mes anterior. Así, el saldo total asciende a 69.918 millones, la cantidad más elevada desde octubre de 2010, lo que refleja las dificultades que están teniendo los bancos y cajas españoles para encontrar liquidez en el mercado privado. No obstante, la cifra es un 36% inferior a la de agosto del año pasado, cuando marcaba 109.793 millones.