El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció ayer ante el pleno de la Eurocámara su intención de presentar "pronto" varias opciones para poner en marcha los eurobonos, reclamados con insistencia por los denominados países "periféricos" de la eurozona, entre los que se encuentra España. Algunas de estas opciones, además, podrían salir adelante sin necesidad de modificar el Tratado de Lisboa. No obstante, Barroso quiso dejar claro que la emisión de deuda respaldada por todos los países no supone una "solución inmediata" a la actual crisis porque "llevara tiempo" ponerla en marcha.

Quien también quiso dejar clara su postura sobre los eurobonos horas después fue Alemania, su principal detractora. El vicecanciller y ministro de Economía, Philipp Rësler, fue tajante: "Digo expresamente 'no' a los eurobonos y esta es la posición del Gobierno federal alemán". A pesar de ello, la ya conocida postura del Ejecutivo de Angela Merkel, no consiguió anular el efecto balsámico que las palabras de Durao Barroso habían provocado en las bolsas europeas que, además, permanecían expectantes por la videoconferencia a tres bandas de la canciller alemana, el presidente francés, Nicolás Sarkozy y el primer ministro griego Yorgos Papandréu.

El Ibex-35, el principal indicador de la bolsa española, cerró con una subida del 2,7 % que permitió recuperar el nivel de 8.000 puntos. En París, el CAC-40 ganó un 1,87 %, sin que pesara demasiado la decisión de Moody's de reducir la nota crediticia a dos bancos, Crédit Agricole y Société Générale, el primero por su exposición a la deuda griega y el segundo por el dispositivo de ayuda pública al sistema financiero. También Milán subió un 2,69 %, y el índice DAX 30 de la Bolsa de Fráncfort, un 3,36 %.

Barroso, en su intervención en Estrasburgo, destacó que ahora, lo más urgente es que Grecia cumpla el plan de ajuste al que se ha comprometido a cambio del rescate y que el resto de Estados miembros ratifiquen en septiembre el acuerdo de la cumbre del Eurogrupo del 21 de julio para flexibilizar el fondo de rescate de 440.000 millones de euros, de forma que pueda comprar bonos en los mercados secundarios.

Austria retrasa el proceso

Sin embargo, la sorpresa la iba a dar instantes después Austria. El Comité Financiero del Parlamento aplazó hasta octubre la votación sobre la ampliación de capital del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), ya que necesitaba de la mayoría de dos tercios de dicho comité, que no habría obtenido ahora por falta de apoyo de Los Verdes.

Por otra parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, advirtió que la emisión de eurobonos "deberá ir acompañada de una vigilancia fiscal sustancialmente reforzada y mayor coordinación económica como contrapartidas esenciales para evitar el riesgo moral y garantizar finanzas públicas sostenibles". "Ello tendrá consecuencias para la soberanía fiscal de los Estados miembros, lo que exige un debate sustantivo entre los países de la eurozona para ver si están dispuestos a aceptarlo", ha dicho.