El presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, cree que las empresas "en su mayor parte han hecho sus deberes ante la crisis recortando gastos", pero "los gobiernos han hecho muy poquito". Así que ya celebradas las autonómicas y con las generales a la vuelta de la esquina no les va a quedar más remedio que arremangarse. González afirmó ayer tarde, en una conferencia titulada "Hay salidas a la crisis" y organizada por la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que "va a ser muy difícil que se recorten significativamente los gastos si no se hacen cosas" en sanidad y educación, que acaparan el 85% de los presupuestos. Declarado defensor del Estado de bienestar, el presidente de Cierval precisó que "no pedimos que se recorten las prestaciones, pedimos que se gestionen mejor". Y, como "para conseguir algo hay que fijarse objetivos", apuntó que una reducción del 8% en sanidad y educación supondría un recorte de 6,8 puntos en las cuentas públicas que llegaría a 9,8 si se aplicara una disminución del 20% en el resto de capítulos. Fue su forma de cuantificar lo que se viene encima de los ciudadanos: recortes "significativos".

González, quien considera que las administraciones deben dedicar parte de los ingresos a la inversión productiva -un estímulo "selectivo" que obligará a revisar los planes de competitividad-, pidió un gran "acuerdo de todos (Generalitat, oposición, empresarios, sindicatos y la sociedad civil) para reclamar aquello que es nuestro", porque "la financiación que recibimos del Estado no responde a la realidad de nuestra población".

El líder empresarial, que inició su intervención repasando la crisis desde sus orígenes, no dejando títere con cabeza en España, Europa y Estados Unidos y concluyendo que "nos creímos que éramos ricos y nos comportábamos como nuevos ricos", cuando "comportarse como un nuevo rico es como mínimo una horterada" y "hacerlo sin ser ricos de verdad, un pasaporte a la catástrofe", fue duro con la UE y añadió que "el hecho de que no tengamos unidad fiscal y económica es sin duda una de las causas de nuestros actuales problemas". En este sentido, González se mostró partidario de poner en marcha los eurobonos, pero, dada la oposición de la sociedad alemana, abogó, como sustituto, por "un fondo de rescate suficientemente amplio para que disuada a los mercados de los continuos ataques a los países periféricos".

El presidente de Cierval aseguró rotundo que "no vamos a tener ninguna economía de postguerra" ni "vamos a tener ningún corralito", y, por concluir con cierto "optimismo", afirmó que "todas las crisis han tenido una duración de alrededor de siete años y ya llevamos cuatro". "Queda menos" y, en su opinión, el camino será más corto si, además de las recetas a los gobiernos, los ciudadanos recuperan la cultura del esfuerzo y actúan con coherencia -"todos decimos que los gobiernos deben ser austeros pero luego no votamos a esos sino a los que construyen polideportivos"-, si empresas y trabajadores ponen el acento en la moderación salarial o si patronos y sindicatos pactar reformar el mercado laboral.