La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, desmintió ayer que la cifra de 200.000 millones de euros que se filtró de esa institución no son su estimación de las necesidades en capital de la banca europea, sino que se trataba de "una cifra provisional". "Ha habido un malentendido sobre los 200.000 millones de euros", subrayó Lagarde en una declaración, tras la que no admitió preguntas al término de la reunión de los ministros de Finanzas del G8 en Marsella (sureste de Francia).

Los titulares de Finanzas del G7 iniciaron el viernes la reunión, a la que ayer se sumó un representante de Rusia. "El FMI no ha hecho un test de estrés" de las entidades financieras, sino que se está discutiendo sobre "metodología", y las filtraciones que hubo correspondían a "un informe provisional que todavía se está discutiendo" y debería publicarse este mes, explicó.