La bolsa española bajó hoy el 4,44 por ciento, la cuarta mayor caída del año, y concluyó en el mínimo anual de 7.910,20 puntos, un nivel desconocido desde finales de marzo de 2009, perjudicada por la posibilidad de que Grecia suspenda pagos y por la dimisión de un consejero del Banco Central Europeo (BCE).

El índice de referencia de la bolsa española, el Ibex 35, bajó 367,60 puntos, el 4,44 por ciento, hasta 7.910,20 puntos. En la segunda peor semana del año, baja el 6,54 por ciento, en tanto que las pérdidas acumuladas desde enero crecen al 19,77 por ciento.

En el resto de plazas europeas,Milán encabezó los descensos (-4,93%), seguida de Fráncfort (-4,04%), París (-3,60%) y Londres (-2,35%).

La bolsa española empezaba la sesión con pequeñas pérdidas como consecuencia del retroceso del 1 por ciento con que cerró ayer Wall Street y la caída del 0,6 por ciento de Tokio esta madrugada.

Tras las subidas de las dos sesiones anteriores, los inversores optaban por recoger beneficios aunque poco después de la apertura la bolsa intentaba recuperar el nivel de cierre de la víspera.

Las ventas se fundamentaban también en las dificultades que puedan existir para aprobar el plan de empleo del presidente estadounidense, Barack Obama, al que se destinarán 447.000 millones de dólares, y en el PIB de Japón en el segundo trimestre, que cayó el 2,1 por ciento, ocho décimas más de lo calculado inicialmente.

La rebaja de la previsión de la cotización de la banca europea por Goldman Sachs afectaba al sector financiero y ahondaba las pérdidas de la bolsa, que descendía hasta 8.100 puntos con una bajada del 2 por ciento antes del mediodía.

Sobre ese nivel se mantendría durante un par de horas, tras lo cual repuntaba para acercarse a 8.200 puntos y, a continuación, caer bruscamente antes de la apertura de Wall Street.

Los rumores de que Grecia podría presentar la suspensión de pagos este fin de semana y abandonar el euro, la dimisión de un consejero del Banco Central Europeo (BCE), Juergen Stark, por discrepancias con el plan de compra de deuda, y la amenaza de un atentado en Nueva York, arrastraban a la bolsa hasta el nivel de 8.000 puntos.

El negativo comienzo de sesión en Wall Street, que abría con una bajada del 1,5 por ciento, agrandaba las pérdidas del mercado nacional, que perdía la citada cota con un retroceso del 3,5 por ciento.

La prima de riesgo sube a los 334 puntos

Además, se incrementaba la prima de riesgo española hasta 337 puntos básicos, al vender los inversores deuda de países periféricos (las obligaciones españolas a diez años crecían hasta el 5,13 por ciento), en tanto que el petróleo Brent bajaba más de dos dólares y se cambiaba a 112 por barril.

Al final de la sesión, mientras se conocían algunas declaraciones de los participantes en la reunión de ministros de finanzas del G-7, el mercado nacional bajaba más del 4 por ciento, descendía hasta 7.900 puntos, y se situaba en niveles de finales de marzo de 2009.

Todos los grandes valores del Ibex 35 bajaron: BBVA, el 6,62 por ciento, la segunda mayor caída de este índice; Iberdrola, el 5,74 por ciento; Banco Santander, el 5,62 por ciento; Telefónica, el 4,32 por ciento, y Repsol, el 2,51 por ciento.

Todas las empresas del Ibex concluyeron con pérdidas, que encabezó ArcelorMittal al bajar el 7,59 por ciento, seguida de BBVA, en tanto que el tercer puesto correspondió a IAG, que cedió el 6,08 por ciento; Gas Natural cayó el 6,07 por ciento, y Endesa, el 6,01 por ciento.

Acabaron la sesión con pérdidas comprendidas entre el 4 y el 6 por ciento catorce compañías: Mediaset, Iberdrola, Gamesa, Banco Santander, FCC, Técnicas Reunidas, Banco Popular, Sacyr, Red Eléctrica, ACS, Abengoa, OHL, Telefónica y Bankinter.

Las compañías con menores pérdidas fueron Grifols, con un descenso del 0,66 por ciento, y Bolsas y Mercados Españoles, que cayó el 1,1 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída del 9,74 por ciento de las acciones convertibles de Prisa, mientras que el primer puesto de las trece compañías que concluyeron con ganancias estuvo ocupado por Enel, el 6,98 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años española subía doce centésimas respecto a la víspera y se situaba en el 5,13 por ciento, mientras que la prima de riesgo crecía de 310 a 335 puntos básicos.

El efectivo negociado se situó en 2.157 millones de euros, de los que cerca de 450 fueron intermediados por inversores institucionales.