La mayor parte de las entidades financieras que necesitan reforzar su capital dieron a conocer ayer sus planes para conseguirlo al concluir el plazo otorgado por el Banco de España para ello. Sin embargo, al menos dos de ellas -BNM, liderado por Cajamurcia, y Liberbank, capitaneado por Cajastur- han solicitado una prórroga que les permita buscar nuevos inversores.

Así, BNM sostiene que tiene sobre la mesa tres propuestas de socios privados, pero estos habrían pedido más tiempo para dar tiempo a que se calmen los mercados. En caso de que ninguna de estas ofertas se concretara, su intención es la de salir a Bolsa en el primer trimestre de 2012. El grupo encabezado por Cajamurcia necesita 637 millones.

Por su parte, el nuevo SIP de Cajastur ya ha conseguido rebajar sus necesidades de capital de 519 millones a 320 con la venta de activos. Su deseo ahora es lograr un socio privado o salir a Bolsa, pero tampoco descarta vender más participaciones para cumplir con los nuevos mínimos de solvencia.

Por su parte, al igual que Novacaixagalicia, las catalanas CatalunyaCaixa y Unnim ya están a la espera de recibir una inyección de capital público por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). La última de ellas se había planteado pedir una prórroga ya que pretende lograr una alianza, pero finalmente ha optado por solicitar la entrada del FROB. CatalunyaCaixa recibirá 1.718 millones de capital público, lo que podría suponer hasta el 70% de su accionariado.

La que se ha librado de la intervención del FROB es Caja España-Duero, que no necesitará capital adicional tras aceptar una fusión "in extremis" con la andaluza Unicaja, una de las entidades más saneadas del país junto con la vasca BBK.