La Bolsa española subió el 1,49 por ciento y se acercó a 8.300 puntos animada por los comentarios del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, que cambió de actitud respecto a la política monetaria al dejar entrever que no subirá los tipos de interés durante una larga temporada.

Por su parte, la prima de riesgo española, que refleja la diferencia entre la rentabilidad que ofrece la deuda española de referencia y la alemana, subió al cierre del mercado hasta los 317 puntos básicos, desde los 310 en los que comenzaba la sesión. El bono español se cotizaba hoy con una rentabilidad del 5,038 por ciento, frente al 5,188 con que inició la sesión.

El índice de referencia de la Bolsa española, el Ibex 35, en el que ingresará Bankia el 3 de octubre próximo, avanzó 121,20 puntos, equivalentes al 1,49 por ciento, hasta 8.277,80 puntos. Las pérdidas acumuladas este año bajan al 16,04 por ciento.

En Europa, con el euro a 1,397 dólares, subieron las principales plazas europeas: Milán, el 0,69 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,57 por ciento; París y Londres, el 0,41 por ciento cada uno, y Fráncfort, el 0,05 por ciento.

La sesión comenzaba con pequeñas ganancias porque el mercado nacional no conseguía rentabilizar la subida del 2,5 por ciento de Wall Street el miércoles, por continuar los comentarios contrarios al segundo rescate a Grecia mientras no cumpla las exigencias presupuestarias.

Además, el Banco de Francia rebajaba una décima su previsión de crecimiento para el tercer trimestre, hasta el 0,1 por ciento, y la agencia de calificación de riesgos Fitch amenazaba con rebajar la puntuación de la deuda de China y Japón.

El buen comportamiento del mercado de deuda impulsaba a la bolsa, que superaba el nivel de 8.300 puntos, a pesar de que la OCDE rebajaba las previsiones de crecimiento de los países del G-7 en el segundo semestre, que crecerán a un ritmo inferior al 1 por ciento, excepto Japón.

El Banco de Inglaterra mantenía los tipos en el 0,5 por ciento, tal y como se esperaba. Tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener el precio del dinero en la zona euro en el 1,5 por ciento, la bolsa empezó a bajar y se aproximó a 8.200 puntos.

Con el aumento de las peticiones semanales de subsidios de desempleo en los Estados Unidos de 412.000 a 414.000, la mengua del déficit comercial estadounidense el 13,1 por ciento y las palabras de Trichet, la bolsa bajó hasta los niveles de cierre de la víspera. El euro descendía hasta 1,395 dólares.

Aunque al principio de su intervención Trichet confundía a los inversores, al comentar que el BCE está más centrado ahora en el crecimiento que en la inflación, se entendió que aseguraba una temporada larga con los tipos actuales, aunque algunos aventuraron una posible rebaja.

El recorte de las previsiones de crecimiento de la zona euro por el BCE para este año del 1,9 al 1,6 por ciento de media y para el próximo ejercicio del 1,7 al 1,3 por ciento apenas afectaba a la bolsa.

Aunque se conocía la caída del 7,3 por ciento del PIB griego en el segundo trimestre, cuatro décimas más de lo calculado inicialmente, y Wall Street comenzaba la sesión con pérdidas del 0,5 por ciento, la Bolsa española remontaba gracias a la interpretación sosegada de las palabras de Trichet.

Al final de la sesión, pendiente del discurso en el que el presidente estadounidense Barack Obama presentará su plan de empleo y de las palabras del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, Wall Street lograba pequeñas ganancias y la cotización del petróleo Brent avanzaba hasta 116,5 dólares, con lo que la bolsa se acercaba a 8.300 puntos.

Los grandes valores del Ibex 35 subieron: Repsol, el 2,85 por ciento; BBVA, el 1,73 por ciento; Iberdrola, el 1,67 por ciento; Banco Santander, el 1,58 por ciento, y Telefónica, el 1,4 por ciento

La mayor subida de las empresas del Ibex correspondió a Abengoa, el 4,67 por ciento, seguida de OHL, con un alza del 3,56 por ciento, mientras que Gas Natural subió el 2,91 por ciento, seguida de Repsol y de Acciona y ACS, que subieron alrededor del 2,5 por ciento.

Tres compañías del Ibex concluyeron con pérdidas: Caixabank, el 2,37 por ciento; Enagás, el 0,73 por ciento, y Mapfre, el 0,53 por ciento. Gamesa repitió cotización.

En el mercado continuo destacó la subida del 7,32 por ciento de la inmobiliaria Nyesa, en tanto que Nicolás Correa presidió las pérdidas con un retroceso del 6,33 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones a diez años española subía tres centésimas respecto a la víspera y se situaba en el 5,01 por ciento, mientras que la prima de riesgo crecía de 310 a 316 puntos básicos.

El efectivo negociado se situó en 1.857 millones de euros, de los que 350 fueron intermediados por inversores institucionales.