Las entidades financieras han elevado las comisiones que cobran a sus clientes tanto por el mantenimiento de cuentas (+15%) como por las transferencias a otras entidades, el uso de tarjetas, y los créditos e hipotecas, según figura en los últimos datos del Banco de España.

Bancos y cajas de ahorros han subido las comisiones de mantenimiento de cuentas corrientes y de ahorro un 15% en agosto respecto a diciembre de 2010, hasta 25,8 y 25,16 euros, mientras que las comisiones que se cobran por las transferencias sobre otras entidades han subido de 0,30 a 0,34 euros en este periodo.

En cuanto a los créditos y préstamos no hipotecarios, la comisión que paga el cliente por el estudio sobre el importe formalizado ha subido del 0,85% al 0,95%, lo que supone un 11,7% más, mientras que en el caso de la apertura se ha encarecido un 5,6%, hasta el 3,19%.

Por otro lado, las entidades financieras han elevado las comisiones por el estudio de créditos hipotecarios al 0,89% del importe formalizado, lo que arroja un aumento de 0,15 puntos porcentuales en seis meses.

La comisión por la apertura de una hipoteca pasa del 2,71% del importe formalizado al 2,76%, con un importe medio de 662 euros, mientras que la cancelación anticipada conlleva una comisión del 4,07% del importe, frente al 4,02% de seis meses antes.

Para la subrogación de la hipoteca, el cliente soporta una comisión del 1,83% del importe formalizado, lo que se traduce en unos 465 euros, frente a los 415 euros de hace seis meses.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado de que las comisiones bancarias "no paran de subir" ya que, en su opinión, las entidades financieras no parecen dispuestas a perder dinero "e intentan compensar la bajada de beneficios aumentando las comisiones que cobran a sus clientes".

En un comunicado, la asociación hace referencia a un estudio de la Comisión Europea (CE) que señala que los españoles son los segundos ciudadanos de la UE que más pagan por el uso normal de su cuenta bancaria, con un total de 178 euros al año, sólo por detrás de los italianos, que pagan una media de 253 euros.