Jesús Navarro, empresario noveldense del sector de las especias (Carmencita) y consejero en la CAM durante los últimos ocho años, aseguraba ayer que no teme las posibles consecuencias que se deriven de la revisión de la gestión de la entidad que están realizando los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a raíz de la intervención por parte del Banco de España el pasado día 22 de julio.

Según avanzaba el pasado martes este periódico, en estos momentos el supervisor se inclinaría por llevar a los tribunales la gestión de la entidad, así como a sus últimos directivos, presidente y consejeros por entender que podrían haber incurrido en posibles irregularidades.

"No tengo miedo al Banco de España porque yo sé que he actuado correctamente en la CAM", se mostraba ayer rotundo Navarro. "Ni en mi presencia se ha hecho nada ilegal, ni yo me he aprovechado de la caja. Tengo concedido un préstamo personal que pago a un interés del 5,5%", subrayaba el empresario, quien volvía así a salir al paso de la polémica creada desde la nacionalización ante las noticias aparecidas sobre la concesión de créditos blandos a algunos consejeros y al presidente, Modesto Crespo, algunos de ellos al 0% de interés.

Por otra parte, la denuncia -si finalmente se lleva a los tribunales- se basaría en hechos que estarían relacionados con actuaciones de la caja no autorizadas. Entre ellas podrían encontrarse la decisión de amortizar las cuotas, que el consejo aprobó un día antes de la intervención, así como inversiones en México.

Auditores

El exconsejero insiste en que "en mi presencia no ha habido irregularidades" y alude al poco margen que habría para ello, dada la férrea supervisión que el Banco de España lleva en la caja "desde hace cinco años, con dos auditores permanentes del organismo supervisor que veían los informes al tiempo que el consejo".

Por otra parte, echando la vista a los últimos tres años, el exconsejero de Caja Mediterráneo sí admite que "cuando sobrevino la recesión en 2008 -que nadie esperaba, ni los expertos la predijeron- se supiera gestionar bien esta tormenta". Jesús Navarro cree que la CAM "ha gestionado peor la crisis que otras cajas. Aunque nos ha afectado a todas, es cierto que aquí hay una mayor incidencia del sector inmobiliario en comparación con otras".

Igualmente, considera que se ha podido "gestionar mal la búsqueda de un socio en el sector, ya que una alianza nos hubiera permitido sortear mejor la situación", aludiendo, sin citarlos, a los distintos intentos de fusiones que, primero no cuajaron, y al proceso de alianza -a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP)- que se encontraba avanzado, incluso aprobado, con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura y que, finalmente, fracasó a finales de marzo de este mismo año.

Las cuotas se dejan

un 1,57%, tras dos jornadas de rebote

Las cuotas participativas de Caja Mediterráneo cedieron ayer un 1,57% en la Bolsa, después de vivir dos sesiones al alza, disparándose, incluso, hasta un 71% en la del pasado martes. Al cierre de la sesión de ayer, el precio de los títulos quedó en 2,51 euros, frente a los 2,55 de la jornada anterior. Las cuotas arrastran desde el jueves de la pasada semana una desigual en el mercado, con fuertes pérdidas e importantes ganancias. Esta evolución se deriva, directamente, de la decisión de los administradores del FROB para la CAM de suspender la amortización de los títulos, aprobada por el consejo de administración del 21 de julio -un día antes de la intervención- a un precio de 4,77 euros. Los inversores respondieron a esta decisión con masivas órdenes de ventas, por lo que la CAM perdía entre el jueves y el viernes de la pasada semana un 61%. Por contra, a comienzo de esta semana, la situación daba la vuelta y el martes la CAM lideraba los avances, con 71% de subida. REDACCIÓN